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INTRODUCCIÓN

Los traumatismos son la principal causa de muerte en pacientes con edades de 1 a 44 años; el traumatismo cardiaco y vascular es la segunda causa de muerte, después de las lesiones neurológicas, como causa de muerte. Las heridas penetrantes al corazón a menudo son letales a menos que se realice reparación quirúrgica. En una revisión de 20 años de traumatismos penetrantes en un hospital se encontró que las heridas por proyectil de arma de fuego tuvieron una letalidad 13 veces más elevada comparación con las heridas por instrumento punzocortante y que factores como la hipotensión, calificación en la escala de coma de Glasgow <8, calificación revisada en traumatismos < 7.84 asociada con lesiones y lesiones más graves (puntuación de gravedad de las lesiones > 25) todas incrementan el riesgo de mortalidad y morbilidad.

El traumatismo cerrado es la causa más frecuente de lesiones cardiacas. Este tipo de lesión es común en accidentes en vehículos motorizados y puede ocurrir con cualquier forma de traumatismo torácico, lo que incluye los esfuerzos de reanimación cardiopulmonar. Las lesiones más comunes son contusiones miocárdicas o hematomas. Otras formas de lesión cardiaca no isquémica incluyen lesiones metabólicas por quemaduras, corriente eléctrica o septicemia. Éstas pueden ser asintomáticas (en particular en casos de lesiones más graves) o pueden manifestarse con dolor torácico de naturaleza inespecífica o, con cierta frecuencia, con un componente pericárdico. A menudo ocurren elevaciones en las concentraciones de enzimas cardiacas pero las cifras no tienen correlación con el pronóstico. Existen algunos datos de que la presencia de otros biomarcadores cardiacos, como NT-proBNP, se correlaciona mejor con la lesión miocárdica significativa. La ecocardiografía puede revelar un segmento con acinesia o derrame pericárdico. La resonancia magnética cardiaca también puede sugerir lesión aguda. La angiografía coronaria por CT o la angiografía pueden revelar disección coronaria u oclusión aguda si éste es un motivo de preocupación. La pericardiocentesis está indicada si es evidente el taponamiento. Como se mencionó antes, la disfunción miocárdica segmentada transitoria tako-tsubo puede ocurrir por la tensión fisiológica acompañante.

El traumatismo grave puede causar rotura valvular o miocárdica. La rotura cardiaca puede afectar cualquier cavidad, pero es más probable la supervivencia si la lesión ocurrió en una de las aurículas o en el ventrículo derecho. El hemopericardio o el taponamiento pericárdico es la presentación habitual y la cirugía casi siempre es necesaria. La rotura de las válvulas mitral y aórtica puede ocurrir durante traumatismos cerrados intensos y puede presumiblemente ocurrir rotura de válvula mitral si el impacto ocurre durante la sístole y de la válvula aórtica si ocurre durante la diástole. Los pacientes llegan al hospital en estado de choque o insuficiencia cardiaca grave. Es esencial la reparación quirúrgica inmediata. El mismo tipo de lesiones puede ocasionar corte transversal de la aorta, ya sea al nivel del arco o distal al origen de la arteria subclavia izquierda al nivel del ligamento arterioso. La ecocardiografía transtorácica y la ecocardiografía transesofágica son ...

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