Las dietas blandas se concibieron para personas que no están en condiciones de masticar o deglutir alimentos duros o ásperos. Se usan alimentos suaves, se elimina la mayor parte de las frutas y verduras crudas, así como pan y cereales duros. Estas dietas ayudan a menudo a avanzar de las dietas líquidas completas a las dietas regulares en pacientes operados, los que están demasiado débiles o cuya dentición es muy escasa para masticar una dieta general, las personas sometidas a operaciones de cabeza y cuello, los individuos con estenosis esofágica y en otros pacientes con dificultad para masticar o deglutir.
La dieta blanda puede prepararse para cubrir todas las necesidades nutricionales.