El trastorno del espectro del autismo es un trastorno del desarrollo neurológico en el que las personas sufren de dificultades generalizadas para la comunicación social y tienen conductas e intereses muy limitados y repetitivos. Afecta a cerca del 1% de la población adulta con una heredabilidad cercana al 90%. Alrededor del 20% a 30% de las personas en quienes se establece el diagnóstico de autismo también tienen un problema de consumo de sustancias, así como un riesgo más alto de ADHD, y de sufrir trastornos del estado de ánimo u obsesivo compulsivo. De acuerdo con las guías del National Institute of Health and Care Excellence, se recomienda una valoración integral y multidisciplinaria del trastorno del espectro del autismo, en la que se pregunte sobre las dificultades centrales de este trastorno, desarrollo temprano, antecedentes médicos y familiares, conductas, estudios académicos, empleos, valoración de necesidades, riesgos, además de realizar exploración física con posibles pruebas de laboratorio y retroalimentación para el paciente.