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BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
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La tasa de infecciones por mordeduras de seres humanos y gatos es más alta que por mordeduras de perros.
Las mordeduras en las manos son especialmente preocupantes por la posibilidad de una infección de un espacio cerrado.
Está indicada la profilaxis con antibióticos en mordeduras de la mano no infectada y es necesaria la hospitalización cuando se infectan.
Todas las heridas infectadas exigen cultivo para su tratamiento directo.
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En Estados Unidos, regularmente se atienden en los servicios de urgencias casi 1 000 mordeduras por perros, con mayor frecuencia en zonas urbanas. Dichas mordeduras ocurren las más de las veces en verano, las víctimas conocen por lo general a los animales y casi todos los incidentes son provocados (p. ej., suceden al jugar con el animal o después de sorprenderlo mientras come o despertarlo de manera repentina). Es importante documentar la falta de provocación, ya que un ataque injustificado implica la posibilidad de que el animal tenga rabia. Las mordeduras de seres humanos las cometen con frecuencia niños en juegos o peleas, mientras que en adultos se relacionan con el consumo de alcohol y lesiones con los puños en peleas.
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El animal que inflige la mordedura, el sitio y tipo de lesión son factores importantes para la infección. Las mordeduras de gato tienen mayor probabilidad de infectarse (30%–50%) que las de seres humanos. Las infecciones después de mordeduras por estos últimos son variables: las perpetradas por niños rara vez se infectan porque son superficiales y las cometidas por adultos desarrollan infección en 15% a 30% de los casos, con una tasa en particular alta en las lesiones por puños cerrados. Las lesiones infligidas por perros se infectan solo en 5% de los casos, por motivos desconocidos. Cuando ocurren en la cabeza, la cara y el cuello hay menos probabilidad de infectarse en comparación con las desarrolladas en extremidades. Las heridas “completas” (que afectan la mucosa y la piel) poseen una tasa de infección similar a la de heridas ocasionadas por puño cerrado. Las heridas punzantes se infectan más a menudo que las laceraciones, tal vez porque estas últimas son más fáciles de irrigar y desbridar.
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La bacteriología de las infecciones por mordedura es polimicrobiana. Después de un ataque por perros o gatos, más de 50% de las infecciones se debe a microorganismos patógenos aerobios y anaerobios y 36% solo a los primeros. Las infecciones puras por anaerobios son inusuales. El microorganismo aislado con mayor frecuencia es Pasteurella (75% de las mordeduras de gato y 50% de las caninas). Otros microorganismos que se aíslan con frecuencia incluyen estreptococos, estafilococos, Moraxella y Neisseria; los anaerobios más comunes son Fusobacterium, Bacteroides, Porphyromonas y Prevotella. El número promedio de aislamientos después de mordeduras por seres humanos es de cuatro (tres microorganismos aerobios y uno anaerobio). Al igual que las mordeduras por perros y gatos, casi todas las ...