“Mantener el calor, mantenerse seco y mantenerse en movimiento”. Para una prevención óptima, las personas deben usar ropa abrigadora y seca de preferencia en varias capas, siendo la exterior contra el viento. Para conservar la circulación se deben ejercitar brazos, piernas, dedos de manos y pies. Se utilizarán ropas, calcetines y zapatos secos. Al viajar en una región fría o con hielo es importante llevar calcetines adicionales, guantes y plantillas. Las personas que están expuestas a un mayor riesgo son las que tienen trastornos primarios o usan medicamentos que disminuyen el riego hístico, y otras más que permanecen en contacto con frío ambiental por largo tiempo. Se debe tener cuidado para evitar posiciones que causen calambres; no usar ropas apretadas y evitar que los pies estén mucho tiempo en declive; se debe prohibir el tabaquismo, y el consumo de bebidas alcohólicas y de fármacos sedantes, así como el contacto con suelo húmedo, lodoso y clima ventoso.