Varios fármacos o toxinas pueden causar arritmias (cuadro 38–1). Estas también pueden ser resultado de hipoxia, acidosis metabólica o desequilibrio electrolítico (p. ej., hiperpotasemia, hipopotasemia, hipomagnesemia o hipocalcemia); o bien, pueden ocurrir después de exposición a solventes clorados o por sobredosis de hidrato de cloral. La taquicardia ventricular atípica (taquicardia ventricular polimorfa en entorchado) se asocia a menudo con fármacos que prolongan el intervalo QT.