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Los ácidos minerales fuertes tienen un efecto local corrosivo en la piel y las mucosas. Los síntomas incluyen dolor severo en la faringe y parte superior del tubo digestivo; vómito con sangre; dificultad para deglutir, respirar y hablar; coloración anormal y destrucción de piel y mucosas en la boca y alrededor de ésta, y choque. Puede producirse acidosis metabólica sistémica grave como resultado de lesión celular o por absorción sistémica del ácido.
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Después de la exposición al ácido fluorhídrico se puede producir daño grave y destructivo del tejido, debido al ion flúor penetrante y altamente tóxico. También puede haber hipocalcemia e hiperpotasemia sistémica después de la absorción de flúor, incluso después de exposición cutánea.
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La inhalación de ácidos volátiles, vapores o gases, como los del cloro, flúor, bromo o yodo, ocasiona irritación intensa de la faringe y laringe, y puede causar obstrucción de las vías respiratorias altas y edema pulmonar no cardiógeno.
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Es necesario diluir de inmediato bebiendo un vaso de agua (120 a 240 mL). No se administra bicarbonato ni otro agente neutralizante; tampoco se induce el vómito. Algunos expertos recomiendan la colocación inmediata y cautelosa de una pequeña sonda gástrica flexible con extracción del contenido gástrico, seguida de lavado, sobre todo si el agente corrosivo es un líquido o tiene toxicidad sistémica considerable.
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En pacientes sintomáticos se realiza esofagoscopia con endoscopio flexible para identificar la presencia y extensión de las lesiones. El uso de CT o radiografías simples del tórax y el abdomen también puede mostrar la magnitud de la lesión. La perforación, peritonitis y hemorragia graves son indicaciones de intervención quirúrgica.
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Se irriga con agua durante 15 min. No deben emplearse antídotos químicos, ya que el calor de la reacción podría causar una lesión adicional.
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En caso de quemaduras por ácido fluorhídrico se empapa la región afectada con solución de cloruro de benzalconio o se aplica jalea de gluconato de calcio al 2.5% (para prepararla, se agregan 3.5 g de gluconato de calcio a 150 mL de lubricante quirúrgico hidrosoluble); luego se solicita una consulta inmediata con un cirujano plástico u otro especialista. Se puede lograr la unión del ion fluoruro si se inyectan 0.5 mL de gluconato de calcio al 5% por centímetro cuadrado bajo el área quemada. (Precaución: no debe usarse cloruro de calcio.) Puede ser necesario el uso de una técnica de bloqueo de Bier o la administración intraarterial de calcio para quemaduras extensas o las que afectan el lecho ungueal; es necesario consultar a un cirujano especializado en mano o llamar al centro de control de intoxicaciones (1-800-222-1222).
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Anestesiar las superficies conjuntival y corneal con gotas tópicas de anestésico local (p. ...