Con dosis terapéuticas, la nifedipina, nicardipina, amlodipina, felodipina, isradipina, nisoldipina y nimodipina actúan en particular sobre los vasos sanguíneos, mientras que el verapamilo y el diltiazem lo hacen sobre la contractilidad y la conducción cardiacas. Sin embargo, estos efectos selectivos se pierden después de una sobredosis aguda. Los pacientes pueden presentar bradicardia, bloqueo del nódulo auriculoventricular, hipotensión o una combinación de estos efectos. Es frecuente la hiperglucemia por el bloqueo de la liberación de insulina. En caso de intoxicación grave puede presentarse paro cardiaco.