El dolor se alivia con narcóticos parenterales o relajantes musculares (p. ej., metocarbamol, 15 mg/kg). El gluconato de calcio al 10%, 0.1 a 0.2 mL/kg por vía IV, alivia la rigidez muscular, aunque no se ha probado su eficacia. Se dispone de un antiveneno Latrodectus, pero debido a las preocupaciones sobre las reacciones de hipersensibilidad aguda (suero derivado de caballo), a menudo se reserva para pacientes muy jóvenes, adultos mayores o individuos que no responden a las medidas previas. Es necesario realizar una prueba de sensibilidad al suero equino. (Las instrucciones y materiales para la prueba se incluyen en el estuche del antiveneno.)
Debido a que las mordeduras progresan algunas veces hasta necrosis local extensa, algunos autores recomiendan la excisión temprana del sitio de la mordedura, en tanto que otros prescriben corticoesteroides orales. Hay informes empíricos de éxito con dapsona y colquicina. Todos estos tratamientos carecen de valor comprobado.
No se requiere tratamiento específico, salvo analgésicos en caso de envenenamientos de casi todos los alacranes (escorpiones) en Estados Unidos. En el caso de picaduras de Centruroides, en la actualidad se puede obtener un antiveneno específico aprobado por la FDA en Estados Unidos.