La meningoencefalitis amebiana primaria es una meningoencefalitis, fulminante, hemorrágica y necrosante que se presenta en niños sanos y adultos jóvenes y es rápidamente mortal. Su causa es la amiba de la vida libre, casi siempre Naegleria fowleri, pero también Balamuthia mandrillaris y Acanthamoeba sp. N fowleri es un microorganismo termófilo que se encuentra en el agua fresca y contaminada de lagos de agua tibia, suministros domésticos para almacenar agua, albercas, aguas termales y drenajes. Los pacientes pueden tener antecedentes de exposición a agua dulce tibia pero también otras actividades fuera de la natación como la limpieza ritual o la limpieza nasal terapéutica provocan las infecciones. El periodo de incubación varía de dos a 15 días. Los primeros síntomas son cefalea, fiebre, rigidez cervical y letargia, a menudo acompañada de rinitis y faringitis. Dentro de los primeros dos días, aparecen vómito, desorientación y otros signos de meningoencefalitis, seguidos de estado de coma y la muerte en siete a 10 días. No hay características clínicas que permitan distinguir a esta infección de una meningoencefalitis bacteriana aguda. El líquido cefalorraquídeo muestra de cientos a miles de eritrocitos y leucocitos por mm3. Las proteínas suelen estar elevadas y la glucosa es normal o moderadamente reducida. El frotis de líquido cefalorraquídeo muestra trofozoítos móviles. La tinción con Giemsa o Wright permite identificar a los trofozoítos. Para identificar la especie, se utilizan métodos morfológicos e inmunológicos. La meningoencefalitis amebiana primaria casi siempre es mortal. Al parecer el fármaco de elección es la anfotericina B; los cuatro sobrevivientes en Norteamérica recibieron tratamiento con anfotericina B, rifampicina y otros fármacos.