La mayoría de las parasitosis son asintomáticas. En casos sintomáticos, se desarrollan síntomas digestivos la semana siguiente a la ingestión de carne contaminada, estos incluyen diarrea, vómito y dolor abdominal. Por lo regular, estos síntomas duran menos de una semana, pero en ocasiones persisten mucho más. Durante la semana siguiente, se observan manifestaciones relacionadas con la migración de las larvas. En especial, fiebre, mialgias, edema periorbitario y eosinofilia. Las manifestaciones adicionales posibles abarcan cefalea, tos, disnea, ronquera, disfagia, exantema macular o petequial y hemorragias subconjuntivales y retinianas. Los síntomas sistémicos suelen alcanzar su máxima intensidad en dos a tres semanas y por lo general persisten cerca de dos meses. En los casos graves, casi siempre con grandes cargas de parásitos, la afectación de los músculos es notoria, con dolor muscular intenso, edema y debilidad, sobre todo en la cabeza y el cuello. Dicho dolor puede persistir por meses. Los datos poco frecuentes incluyen miocarditis, neumonitis y meningoencefalitis, que algunas veces causan la muerte.
El diagnóstico clínico se apoya en los datos de aumento de las enzimas musculares séricas (creatina cinasa, lactato deshidrogenasa, aspartato aminotransferasa). La tasa de eritrosedimentación es por lo general normal, lo que ayuda a hacer la distinción entre triquinosis y miopatías autoinmunes. En Estados Unidos se encuentra disponible una prueba comercial de ELISA. Las pruebas serológicas dan resultados positivos dos semanas o más después de la infección, pero a veces se observa reactividad cruzada con otros parásitos. El ascenso de las concentraciones de anticuerpos es indicador elevado del diagnóstico. Por lo general, se puede evitar la biopsia muscular, pero si hay duda diagnóstica, la biopsia de un músculo inflamado y doloroso permite identificar larvas de Trichinella. Para obtener los mejores resultados, el material de biopsia debe someterse a estudio hístico y una parte debe digerirse por acción enzimática para liberar las larvas, pero es probable que el estudio en las tres semanas siguientes a la parasitación no muestre larvas en el músculo (eFig. 35–42). En Estados Unidos, el análisis de suero y la biopsia muscular están disponibles en los CDC.