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NEOPLASIAS DEL CUELLO
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BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
Las neoplasias primarias del cuello son poco comunes.
Los tumores benignos incluyen tumores vasculares, tumores neurógenos y lipomas.
Las neoplasias malignas más comunes son los cánceres metastásicos que surgen de las vías respiratorias y digestivas altas, la piel o la tiroides.
Los cánceres orofaríngeos positivos al virus del papiloma humano (VPH) a menudo se presentan primero con linfadenopatía metastásica.
Las disecciones del cuello pueden practicarse con fines terapéuticos o programarse. La disección de cuello programada identifica metástasis ocultas para la estadificación histopatológica.
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Las tumoraciones del cuello son comunes y representan una amplia gama de trastornos patológicos. Las neoplasias de la cabeza y el cuello pueden ser benignas o malignas. Los tumores benignos pueden surgir de los tejidos blandos del cuello, incluidos grasa, tejido salival, ganglios linfáticos, vasos sanguíneos y nervios. Los tumores malignos representan con frecuencia enfermedad metastásica del carcinoma epidermoide (SCC, squamous cell carcinoma) de la piel o la porción superior de las vías respiratorias altas y el tubo digestivo. El dolor y los síntomas, como disfonía, disfagia y odinofagia, pueden sugerir la localización de un tumor primario desconocido que se manifiesta como linfadenopatía metastásica. Es esencial un enfoque sistemático en la valoración de las malformaciones de cuello e incluye anamnesis y exploración física detalladas, así como valoración diagnóstica que incluya estudios de imágenes y biopsia de tejidos, cuando sea apropiado.
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VALORACIÓN DE LA NEOPLASIA DEL CUELLO
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Anamnesis y exploración física
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Se debe realizar una exploración completa de la cabeza y cuello al valorar una tumoración del cuello. Puede utilizarse la laringoscopia de fibra óptica para revisar las vías respiratorias y el tubo digestivo proximales en busca de una neoplasia maligna oculta cuando se desconoce el sitio del tumor primario. La permeabilidad de la vía respiratoria puede comprometerse en pacientes con neoplasias del cuello y debe valorarse en el momento de la laringoscopia de fibra óptica. Es necesario incluir la palpación del piso de la boca, la base de la lengua y las amígdalas. En el caso de las lesiones vasculares, la auscultación de la tumoración del cuello puede revelar un hematoma. Una tumoración dolorosa del cuello puede sugerir un tumor neurógeno, como schwannoma o neuroma. La revisión de la piel, incluidas la piel cabelluda y la cara posterior del cuello, puede revelar la fuente de un tumor primario metastásico desconocido por un cáncer cutáneo.
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Las tumoraciones de cuello son comunes y pueden representar una amplia gama de lesiones benignas y malignas. Un elemento importante en el diagnóstico de una neoplasia del cuello es descartar un proceso maligno. La exploración física, los estudios de imagen y el diagnóstico histopatológico se utilizan para diferenciar las tumoraciones de cuello benignas de las malignas.
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La modalidad de adquisición de imágenes ...