CAPÍTULO 55: Envejecimiento del oído interno

INTRODUCCIÓN

GENERALIDADES

La población de edad avanzada del mundo está creciendo a un ritmo sin precedentes. Según los National Institutes of Health, 8.5% de las personas en el mundo (617 millones) tiene 65 años o más. Para 2050, se estima que este porcentaje será de 17% (1.6 mil millones). En consecuencia, se incrementará la prevalencia de la disfunción auditiva y vestibular relacionada con la edad.

Como otros sistemas orgánicos, presenta cambios degenerativos con el envejecimiento. Los factores genéticos y ambientales provocan una discapacidad funcional variable. En Estados Unidos, se informó trastorno auditivo en 33% de las personas en el grupo de edad entre 65 y 70 años y en cerca de 50% de los individuos mayores de 75 años de edad. Se ha calculado que entre 1.5% y 3.0% de la población total se beneficiaría con auxiliares auditivos. Sin embargo, los audífonos están infrautilizados entre los ancianos, y se estima que 14.2% de los estadounidenses se beneficiarían del uso real de los audífonos.

La disfunción vestibular también es frecuente en la vejez, con una prevalencia notificada de vértigo, desequilibrio o inestabilidad de hasta 50% en varones y 66% en mujeres mayores de 70 años. La incidencia de caídas en individuos mayores de 70 años de vida es de 40% en aquellos que viven en el hogar, y del doble de frecuencia para los ancianos que viven en instituciones. Estas caídas se relacionan con morbimortalidad significativa y constituyen una de las causas principales de muerte entre personas de edad avanzada.

Las células neurales especializadas de los sistemas auditivo y vestibular no tienen mitosis y por ello no pueden replicarse ni renovarse. A lo largo de la vida, el daño celular, las exposiciones ambientales (p. ej., ruido, sustancias ototóxicas) y las susceptibilidades genéticas contribuyen al grado de hipoacusia relacionada con la edad y con la disfunción vestibular.

PATOGENIA

A. Hipoacusia relacionada con la edad

La hipoacusia en la vejez es multifactorial y se debe a la convergencia de varios factores de riesgo. La presbiacusia es la hipoacusia simétrica de progresión lenta con predominio de las frecuencias altas sin otra explicación, debida al proceso de envejecimiento (fig. 55–1). La hipoacusia progresiva de alta frecuencia se ha registrado con claridad en numerosos estudios en poblaciones mayores de 40 años (fig. 55–2A). Los estudios morfológicos de los huesos temporales de seres humanos han demostrado una pérdida relacionada con la edad de células ciliadas internas y externas y células de sostén, con la mayor pérdida en el giro basal de la cóclea, que corresponde a las frecuencias más altas.