CAPÍTULO 57: Rehabilitación auricular y auxiliares auditivos

¿QUÉ ES LA REHABILITACIÓN AUDITIVA?

La rehabilitación auditiva puede definirse como la corrección del componente funcional de la hipoacusia. Se logra mejor mediante la combinación de tres factores: 1) dispositivos auditivos para proporcionar estímulo auditivo, 2) entrenamiento auditivo para que el cerebro dé sentido a los sonidos y 3) asesoramiento para que el paciente entienda los problemas, opciones, procesos, expectativas y soluciones relacionadas con la hipoacusia y la reeducación. En este capítulo, cada componente se analiza por separado, pero están integrados, son codependientes y cada uno es parte integral de un plan de rehabilitación auditiva.

A medida que se consolida un método más holístico en la atención de la agudeza auditiva, la rehabilitación auditiva total se ha convertido en el modelo de atención en lugar de solo proporcionar dispositivos para la audición. Debido a la complejidad de la hipoacusia y sus diversas ramificaciones, un dispositivo de amplificación por sí solo es apenas una parte del proceso. Para que una persona utilice una prótesis auditiva e integre nuevos hábitos de audición en una mejor comunicación funcional debe adoptarse un plan terapéutico más amplio. Debe tomarse en consideración la identificación integral de las necesidades del paciente, incluidos el comportamiento auditivo, el estilo de vida, la plasticidad neural, la motivación y los cambios cognitivos relacionados con la edad, para determinar los métodos y medidas de rehabilitación auditiva. Esta última no es un servicio complementario del ajuste de dispositivos de amplificación, sino más bien la estructura predominante que puede incorporar un dispositivo auditivo como un componente. Un plan integral incluye el manejo del sistema de amplificación de la persona, la capacitación necesaria para potenciar el desempeño de la percepción del lenguaje y un asesoramiento intensivo.

Boothroyd (2010) propuso un marco para un método progresivo de rehabilitación auditiva, como se muestra en la figura 57–1. El paciente se encuentra en el centro del plan y los componentes se añaden en función de las necesidades específicas del paciente. La manera de establecer esas necesidades incluye la valoración (pruebas estandarizadas), la interacción entre el profesional y el paciente (identificar y escuchar las necesidades reales del paciente) y la valoración de los resultados (verificación y validación, como se revisa más adelante en este capítulo). El primer paso es el tratamiento sensitivo: proporcionar al paciente acceso al sonido a través del ajuste apropiado de un sistema de amplificación. Después de ello, la interacción profesional-paciente y la valoración de resultados a intervalos regulares determinan el siguiente paso en el plan de rehabilitación auditiva.