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TRAUMATISMO DE LOS OÍDOS EXTERNO E INTERNO
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BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
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Las lesiones ubicadas en el oído externo o medio incluyen hematoma auricular, abrasión o laceración del conducto auditivo externo, perforación de la membrana timpánica y luxación de la cadena osicular. El traumatismo local de la membrana timpánica y los huesecillos puede ocurrir por lesión penetrante con objetos como un hisopo, una horquilla, lápiz o una rebaba metálica caliente durante la soldadura. Además, el barotraumatismo, como una palmada en el oído o una lesión explosiva, pueden causar una perforación de membrana timpánica o luxación de la cadena osicular.
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A. Hematoma auricular
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El hematoma auricular puede presentarse después de un golpe fuerte en el oído externo. Es posible reconocerlo como tumefacción dolorosa a la palpación en un pabellón auricular fluctuante. El hematoma que se origina después del pericondrio se separa del cartílago del pabellón auricular. Esta acumulación de líquido necesita drenarse para evitar la condronecrosis y un pabellón auricular deforme, conocido con frecuencia como “oreja de coliflor” u “oreja de luchador”. Después de incisión y drenaje, se sutura una gasa compresiva a través del pabellón para dar sostén a la piel y al pericondrio contra el cartílago auricular y prevenir una nueva acumulación del líquido. Se recomienda un ciclo de antibióticos administrados con base empírica para prevenir la infección del cartílago.
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B. Abrasión del conducto auditivo externo
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Las lesiones del conducto auditivo externo ocurren con más frecuencia cuando el sujeto está tratando de retirar el cerumen con un hisopo u horquilla. Por lo general, la lesión es una simple abrasión o laceración. El tratamiento consiste en utilizar una gota de algún antimicrobiano ótico para prevenir la sobreinfección bacteriana o micótica del área. Por otro lado, puede formarse una zona con acumulación de sangre debajo de la piel del conducto auditivo externo, llamada bulla. Perforar el abultamiento tenso con una aguja ayuda con frecuencia a reducir la incomodidad del individuo. Los pacientes con diabetes tienen alto riesgo de generar otitis externa por este tipo de lesión debido a su mala microcirculación. Estos sujetos necesitan vigilancia estrecha para verificar la recuperación de la herida.
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C. Perforación de membrana timpánica
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Puede haber una perforación de la membrana timpánica después de una lesión penetrante o un barotraumatismo. Es usual que los pacientes se quejen de dolor e hipoacusia y es posible diagnosticar la perforación por medio de otoscopia. Es importante notar cuánto de la membrana timpánica se ha perforado. Una perforación central no afecta el anillo del tímpano, mientras una perforación marginal sí. Además, la prueba de diapasón de Weber permite verificar que se irradia al oído afectado y es indispensable revisar los ojos en ...