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BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
La disfunción de la trompa de Eustaquio (ET, Eustachian tube) y el barotraumatismo del oído medio son dos de las complicaciones más frecuentes del buceo.
La ecualización de la ET es crucial durante la aproximación a la superficie del agua, donde ocurren los mayores cambios de presión y volumen.
El barotraumatismo del oído interno puede suceder por dos mecanismos: maniobra de Valsalva forzada en un intento por ecualizar la presión del oído medio con disfunción de la ET o por aumento de la diferencial de presión entre el oído medio y la rinofaringe, lo que hace que la ET se cierre.
El vértigo alternobárico es un tipo específico de barotraumatismo del oído interno que aparece cuando existe un diferencial de presión que produce estimulación asimétrica del laberinto.
Es importante distinguir entre el barotraumatismo del oído interno y la enfermedad por descompresión para asegurar el tratamiento apropiado y prevenir las secuelas permanentes.
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El buceo recreativo y comercial ha ganado popularidad creciente y se emiten 900 000 certificados en todo el mundo cada año. Hasta 2015 se habían emitido 23 millones de certificados de buzo en todo el mundo. La gran mayoría de las complicaciones relacionadas con el buceo se refiere a las regiones de la cabeza y el cuello; el oído es el sitio más frecuente. La disfunción de la trompa de Eustaquio (ET) y el barotraumatismo del oído medio son las dos complicaciones más frecuentes del buceo, con una incidencia informada de 4.1% a 91%. Por lo tanto, todo otorrinolaringólogo debe comprender la fisiopatología y el tratamiento del barotraumatismo. Este capítulo se enfoca en la medicina del buceo vinculada con la otorrinolaringología.
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FISIOLOGÍA DEL BAROTRAUMATISMO
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Al nivel del mar, el cuerpo humano está circundado por 1 atmósfera de presión (760 mmHg o 1 bar). Cada 33 pies (10 m) de descenso en agua marina agrega una atmósfera de presión adicional. El principio de Pascal señala que el cambio en la presión en un líquido encerrado se transmite por igual por todo ese líquido. Por consiguiente, dado que el cuerpo humano se compone sobre todo de líquido, es capaz de tolerar cambios en la presión mientras bucea. Sin embargo, los espacios llenos con aire no son tan tolerantes. El volumen del gas varía de manera inversa a la presión en temperatura constante, según la ley de Boyle. En consecuencia, el volumen de los espacios llenos de aire disminuye cuando los buzos descienden y aumenta durante su ascenso. La presión se duplica al pasar del nivel del mar a una profundidad de 10 m (33 pies) en el agua marina y se duplica de nuevo con solo 30 m (99 pies) de agua marina. Por lo tanto, los cambios más sustanciales en la presión y el volumen ocurren cerca de la superficie.
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Bove
AA. Diving medicine. Am J Respir Crit Care Med. 2014;189(12):1479–1486. ...