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CASO DE ESTUDIO

CASO DE ESTUDIO

Una niña de 14 años con antecedentes de asma, que requiere terapia diaria con corticosteroides inhalados y es alérgica a los ácaros del polvo doméstico, gatos, hierbas y ambrosía, se presenta al área de urgencias a mediados de septiembre; se informa sobre un reciente “resfriado” complicado con el empeoramiento de la falta de aire y sibilancias inspiratorias y espiratorias audibles. Ella parece asustada y se niega a acostarse, pero no presenta cianosis. Su pulso es de 120 bpm, y su respiración de 32/min. La madre afirma que la niña ha usado su inhalador de albuterol varias veces al día durante los últimos tres días y dos veces durante la noche anterior. Además, tomó dos inhalaciones adicionales en su camino al área de urgencias, pero la madre indica que “el inhalador no parecía estar ayudando, así que le dije que no tomara más”. ¿Qué medidas de emergencia se indican? ¿Cómo deberá modificarse su tratamiento a largo plazo?

INTRODUCCIÓN

Un incremento consistente de la prevalencia de asma durante los últimos 60 años ha hecho de ésta una enfermedad extraordinariamente frecuente. Se entienden poco las razones de este incremento —más notable en menores de 18 años, y compartida en todas las sociedades modernas, “occidentalizadas”—. Se estima que en todo el mundo hay 300 millones de individuos afectados. Sólo en Estados Unidos, 17.7 millones de adultos (7.4% de la población) y 6.3 millones de niños (8.6% de la población) tienen asma. La enfermedad explica 10.5 millones de visitas ambulatorias, 1.8 millones de visitas al área de urgencias, y 439 000 hospitalizaciones cada año. Al considerar la prevalencia de la enfermedad, la mortalidad anual en Estados Unidos es baja —alrededor de 3500 muertes—, pero muchos de estos fallecimientos se consideran prevenibles, y el número no ha cambiado mucho pese a mejorías del tratamiento. La prevalencia y mortalidad del asma afectan de manera desproporcionada a afroestadounidenses, probablemente debido a dificultades para el acceso a atención médica, exposiciones ambientales (p. ej., contaminación), racismo y factores biológicos.

Las manifestaciones clínicas del asma son episodios recurrentes de dificultad para respirar, opresión en el pecho y sibilancias, a menudo asociadas con tos. Sus características fisiopatológicas distintivas son el estrechamiento generalizado y reversible de las vías respiratorias bronquiales y un marcado aumento de la respuesta bronquial a los estímulos inhalados. Sus características patológicas son la inflamación linfocítica y eosinofílica de la mucosa bronquial. Estos cambios se acompañan a veces de “remodelación” de la pared bronquial, con engrosamiento de la lámina reticular debajo del epitelio e hiperplasia de la vasculatura bronquial, el músculo liso, las glándulas secretoras y células caliciformes.

En el asma leve, los síntomas aparecen sólo de manera intermitente, ante la exposición a alérgenos o irritantes de las vías respiratorias, como la contaminación del aire o el humo del tabaco, durante el ejercicio o después de una infección viral de las vías ...

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