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Una anamnesis y una exploración física sistemáticas son la base del proceso diagnóstico. Asimismo, la exploración física de detección es fundamental para la relación médico-paciente. La imposición de manos es un símbolo de la relación de confianza y respeto entre el médico y el paciente, necesaria para una buena atención. La práctica de la exploración física realizada por un médico con experiencia suele subvalorarse.
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La exploración imprime una imagen de la persona en su estado normal no idealizado mientras busca signos de enfermedad insospechada o anomalías del desarrollo. Durante la exploración física, se utilizan los cuatro sentidos: la inspección emplea la vista y el olfato, la palpación es el tacto burdo y fino sistemáticos, la percusión usa el oído y el tacto, y la auscultación el oído. Cada examen físico es una oportunidad para entrenar aún más estos sentidos. La práctica, el estudio y la experiencia deliberados mejoran la capacidad de detectar cambios estructurales y funcionales que ante los examinadores sin experiencia pasan desapercibidos. La habilidad se adquiere con la comparación rutinaria de los resultados de las exploraciones con los estudios de laboratorio e imagen. Si se observan discrepancias, debe repetirse la exploración. Los expertos refinaron sus sentidos y habilidades a través de la repetición y la reflexión, y aprendieron de la experiencia.
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MÉTODOS DE EXPLORACIÓN FÍSICA
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La observación mediante la vista y el olfato es sencilla y difícil al mismo tiempo. Simple porque la vista y el olfato son continuos durante la vigilia; difícil porque aprender a observar de forma activa, en lugar de pasiva, es una habilidad que se adquiere mediante la práctica deliberada. La atención es selectiva de manera inconsciente, de modo que lo que se ve y recuerda en forma consciente presenta un sesgo hacia lo que se espera y se conoce. La capacidad de apreciar lo inesperado o desconocido se adquiere con la práctica deliberada, no sólo con muchos exámenes; recordar: la vista es una facultad, la observación es un arte. En consecuencia, la inspección depende por completo del conocimiento, las expectativas y la capacitación del observador. Lo anterior se resume en máximas como “Vemos lo que hay detrás de los ojos” (Wintrobe), “El examen no espera a que se quite la camisa” (Waring) y “Lo que se sabe, es lo que se ve” (Goethe). El lego ve a alguien que tiene un aspecto peculiar; el médico experto ve crestas supraorbitarias agrandadas, dientes muy espaciados, lengua grande y manos y pies anchos…en resumen, observa acromegalia.
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Los olores son imposibles de describir, sólo la experiencia proporciona un contexto para la interpretación. Los olores corporales de la falta de higiene, el olor de una enfermedad hepática avanzada, el olor pútrido de las infecciones anaerobias, el olor a alcohol o acetona en el aliento y muchos otros son pistas útiles de diagnóstico para un observador capacitado.