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PRESENTACIÓN DE LIBRO DE TEXTO
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Por lo general, los pacientes con nefropatía crónica tienen concentraciones bajas de HCO3−, valores altos de creatinina (a menudo > 4 a 5 mg/100 mL) y valores de BUN y fosfato elevados. Los pacientes a menudo se quejan de diversos síntomas constitucionales secundarios a la enfermedad renal, incluidos fatiga, náusea, vómito, anorexia y prurito.
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ASPECTOS SOBRESALIENTES DE LA ENFERMEDAD
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Fisiopatología
Cada día, los ácidos no volátiles ingeridos neutralizan el HCO3−.
En un sujeto sano, los riñones regeneran el HCO3− y mantienen el equilibrio acidobásico.
El daño renal da lugar a una regeneración de HCO3− fallida y acidosis metabólica.
La acidosis en pacientes con enfermedad renal puede ser con desequilibrio aniónico o sin éste.
En la nefropatía temprana se altera la generación de amoniaco, lo que reduce la secreción de ácido y produce acidosis metabólica sin desequilibrio aniónico.
En la nefropatía crónica más avanzada, el riñón es incapaz de excretar la carga diaria de ácido y también se vuelve incapaz de excretar aniones como sulfatos, fosfatos y urato. Por lo tanto, se desarrolla acidosis metabólica con desequilibrio aniónico. La concentración de HCO3− se estabiliza entre 12 y 20 meq/L.
La acidosis tiene varios efectos adversos.
Aumento de la pérdida de calcio óseo.
Aumento de la degradación del músculo estriado.
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Remplazo con NaHCO3−.
Hemodiálisis