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PRESENTACIÓN DE LIBRO DE TEXTO
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El cuadro clínico típico es dolor de espalda que no remite, con fiebre.
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ASPECTOS SOBRESALIENTES DE LA ENFERMEDAD
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Patogenia
Por lo general se debe a diseminación hematógena.
Las fuentes más frecuentes son vías urinarias, piel, tejido blando, sitio de acceso vascular, endocarditis, artritis séptica; la endocarditis se encuentra en un tercio de los pacientes con osteomielitis vertebral.
Por lo general, los pacientes tienen enfermedades crónicas subyacentes o consumen drogas inyectadas.
También puede ocurrir por diseminación contigua de una infección del tejido blando adyacente, o por infección directa debida a un traumatismo o cirugía.
Por lo general, causa destrucción ósea de dos cuerpos vertebrales adyacentes y colapso del espacio intervertebral.
Se localiza en la columna lumbar en 58% de los casos, en la columna torácica en 30% y en la cervical en 11%.
Se complica por absceso epidural en 17% de los casos, por absceso paravertebral en 26% y absceso del espacio discal en 5%.
Microbiología
S. aureus en más del 50% de los casos.
Estreptococo hemolítico de los grupos B y G, sobre todo en pacientes diabéticos.
Bacilos entéricos gramnegativos, en especial después de instrumentación de la vía urinaria.
Los estafilococos coagulasa negativos son causantes ocasionales.
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DIAGNÓSTICO BASADO EN EVIDENCIAS
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Anamnesis y exploración física
Dolor de espalda informado en 86% de los pacientes.
Sensibilidad espinal: sensibilidad, 86%; especificidad, 60%; LR+, 2.1; LR−, 0.23.
Fiebre: sensibilidad, 52%; especificidad, 98%; LR+, 26; LR−, 0.49.
Pruebas de laboratorio
Leucocitosis: sensibilidad, 43%; especificidad, 94%; LR+, 7.2; LR−, 0.6.
Un recuento de leucocitos normal no descarta la osteomielitis.
ESR: casi todos los pacientes en una serie de casos publicada tenían ESR elevada, a menudo mayor de 100 mm/h; la sensibilidad informada es de hasta 98%.
La proteína C reactiva también se eleva en casi todos los pacientes y puede ser un mejor marcador de la respuesta al tratamiento.
Los hemocultivos son positivos en cerca del 58% de los pacientes (intervalo en estudios, 30% a 78%).
Biopsia espinal guiada por imágenes: sensibilidad, 52%; especificidad, 99.9%; LR+, 16.7; LR−, 0.39.
Imágenes
Radiografías: sensibilidad, 82%; especificidad, 57%; LR+, 1.9; LR−, 0.32.
MRI con gadolinio: sensibilidad, 96%; especificidad, 92%; LR+, 1; LR−, 0.04.
Gammagrama óseo: sensibilidad, 90%; especificidad, 78%; LR+, 4.1; LR−, 0.13.
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Antibióticos durante al menos cuatro a seis semanas.
La cirugía es necesaria solo si los síntomas neurológicos sugieren inicio de colapso vertebral causante de compresión medular o desarrollo de absceso espinal epidural; la cirugía siempre es necesaria para la osteomielitis relacionada con un implante espinal.
La endocarditis debe considerarse en pacientes con osteomielitis vertebral o un absceso epidural.