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PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE TEXTO
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Los pacientes con caquexia por cáncer a menudo tienen una enfermedad avanzada. La pérdida de peso en el cáncer puede deberse a una disminución de la ingesta calórica (anorexia), un aumento del gasto calórico o ambos. Pueden tener otros síntomas específicos de su neoplasia particular. El cáncer puede haber sido diagnosticado antes de la pérdida de peso o la pérdida de peso puede llevar al diagnóstico.
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ASPECTOS SOBRESALIENTES DE LA ENFERMEDAD
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El diagnóstico de cáncer representa hasta 36% de los casos de pérdida de peso inexplicable.
Las neoplasias malignas más comunes asociadas con la pérdida de peso son gastrointestinales, pulmonares y linfoma.
La pérdida de peso es uno de los síntomas de presentación más comunes en pacientes con cáncer pulmonar (comparable con la tos). Es más frecuente que la disnea, la hemoptisis o el dolor torácico.
La pérdida de peso involuntaria es común en pacientes con cáncer. En el momento del diagnóstico, 24% de los pacientes con cáncer han perdido peso.
La pérdida de peso aumenta el riesgo de inmovilidad, pérdida de condición física y afecta negativamente al sistema inmunitario. Aumenta el riesgo de embolia pulmonar, escara (antes úlceras por presión) y neumonía.
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DIAGNÓSTICO BASADO EN EVIDENCIAS
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Estimación de la pérdida de peso del paciente en comparación con la medición real.
En pacientes que sobreestimaron su pérdida de peso (> 0.5 kg), el cáncer era poco probable (6%) y no se encontró una causa orgánica en el 73%.
En pacientes que subestimaron su pérdida de peso (> 1 kg), el cáncer se diagnosticó en el 52%.
En varios estudios se han valorado los antecedentes, la exploración física y las pruebas de laboratorio iniciales para la detección del cáncer en pacientes con pérdida de peso involuntaria.
Los estudios de laboratorio generalmente incluyeron biometría hemática, química sanguínea (que incluye glucosa, calcio, nitrógeno ureico en sangre [BUN, blood urea nitrogen], creatinina y pruebas de función hepática), VIH cuando sea apropiado, ESR, TSH, proteína C reactiva (CRP, C-reactive protein), análisis de orina y radiografía de tórax. Varios de estos estudios también incluyen ecografía abdominal.
Las anomalías detectadas en la valoración inicial dictaron un seguimiento posterior. (p. ej., la valoración endoscópica del tubo digestivo alto y colonoscopia se indican en pacientes con molestias GI o anemias por deficiencia de hierro; las imágenes hepatobiliares y pancreáticas se indican en personas con dolor abdominal o pruebas de función hepática anormales, etc.).
El cáncer se detectó en 14% a 28% de los pacientes en estos estudios.
La lesión fue sensible en 93% para la detección de cáncer en pacientes con pérdida de peso involuntaria.
La tasa de cáncer oculto en pacientes para quienes una valoración inicial no fue reveladora es baja (< 5%).
El cáncer es una causa poco probable de pérdida de peso en pacientes con una valoración inicial negativa (incluyendo un seguimiento adecuado de las anormalidades).