Por lo general, la TB pulmonar se presenta en forma subaguda con tos y fiebre que han durado más de una semana (a menudo mucho más); son frecuentes los síntomas sistémicos como transpiración nocturna y pérdida de peso1. En pacientes con CD4TL > 200 cél/µL, el patrón de la radiografía torácica es similar a la observada en pacientes sin VIH; es decir, con infiltrados apicales, cavitarios o nodulares. En pacientes con CD4TL < 200 cél/µL, el patrón en la radiografía torácica a menudo es atípico: son más frecuentes los infiltrados en el lóbulo inferior, infiltrados miliares y linfadenopatía. La TB extrapulmonar también es más frecuente en el sida.
1La TB en pacientes no infectados con VIH se describe en el capítulo 9, Tos, fiebre e infecciones respiratorias.