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INTRODUCCIÓN

En circunstancias normales, la unión ureterovesical permite que la orina entre a la vejiga, pero evita que la orina refluya hacia el uréter, particularmente en el momento de la micción. De esta manera, el riñón está protegido de la presión alta en la vejiga y de la contaminación por orina vesical infectada. Cuando esta válvula es insuficiente, la posibilidad de desarrollar una infección urinaria aumenta significativamente y puede ocurrir pielonefritis.

ANATOMÍA DE LA UNIÓN URETEROVESICAL

La comprensión de las causas del reflujo vesicoureteral (VUR, vesicoureteral reflux) requiere el conocimiento de la anatomía de la unión ureterovesical. Los estudios anatómicos realizados por Hutch (1972) y Tanagho y Pugh (1963) (fig. 13–1) se incorporan en la siguiente revisión.

Figura 13–1.

Complejo ureterotrigonal normal. A: Vista lateral de la unión ureterovesical. La vaina muscular de Waldeyer recubre el uréter yuxtavesical y continúa hacia abajo hasta el trígono profundo, que se extiende hasta el cuello de la vejiga. La musculatura ureteral se convierte en el trígono superficial, que se extiende hasta el verumontanum en el varón y desaparece cerca del meato externo en la mujer. B: La vaina de Waldeyer está conectada por unas cuantas fibras al músculo detrusor en el hiato ureteral. Esta vaina muscular, por debajo de los orificios ureterales se convierte en el trígono profundo. La musculatura de los uréteres continúa hacia abajo hacia el trígono superficial.

Componentes mesodérmicos

El componente mesodérmico, que se origina del conducto de Wolff, está formado por dos partes inervadas por el sistema nervioso simpático.

A. Uréter y trígono superficial

La musculatura lisa de los cálices renales, la pelvis y el uréter extravesical se compone de fibras con orientación helicoidal que permiten la actividad peristáltica. A medida que estas fibras se acercan a la pared vesical, se reorientan hacia el plano longitudinal. El uréter pasa en dirección oblicua a través de la pared vesical; el segmento ureteral intravesical se compone de fibras musculares longitudinales solamente y por lo tanto no puede experimentar peristalsis. A medida que estas fibras de músculo liso se acercan al orificio ureteral, las que forman el techo del uréter giran a cada lado del uréter para unirse con aquellas que forman el piso. Luego se extienden y se unen a los haces musculares equivalentes del otro uréter y continúan en sentido caudal, formando así el trígono superficial. El trígono pasa sobre el cuello de la vejiga y termina en el verumontanum en el varón y justo por dentro del meato uretral externo en la mujer. Así, el complejo ureterotrigonal es una estructura. Por encima del orificio ureteral es tubular y por debajo de ese punto es plano.

B. Vaina de Waldeyer y el trígono profundo

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