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ANOMALÍAS CONGÉNITAS DEL CUELLO UTERINO

El cuello uterino se origina a partir de los conductos paramesonéfricos (de Müller) bilaterales en la sexta semana de desarrollo embriológico. La fusión en la línea media y la canalización subsiguiente de los dos conductos de Müller dan lugar al cuerpo uterino, cuello uterino y la parte superior de la vagina (figura 41–1). Se estima que la prevalencia de las anomalías de los conductos de Müller es de aproximadamente 7% en la población general.

FIGURA 41–1.

Fusión de los conductos de Müller para formar el cuello y el cuerpo del útero.

Hay tres etapas de desarrollo de los conductos de Müller. Durante la primera, la parte superior de cada conducto se convierte en las trompas de Falopio izquierda y derecha, y las porciones caudales de cada conducto se desarrollan en las porciones izquierda y derecha del útero, cuello uterino y los dos tercios superiores de la vagina. El tercio inferior de la vagina se desarrolla a partir del seno urogenital. Durante la segunda etapa, se produce la fusión en la línea media de las partes separadas izquierda y derecha del útero, cuello uterino y la parte superior de la vagina. La reabsorción de los segmentos fusionados en la línea media en el útero, cuello uterino y la parte superior de la vagina tienen lugar durante la tercera etapa del desarrollo.

Las anomalías de los conductos de Müller son el resultado de fusión lateral o vertical defectuosa, falla de canalización (reabsorción) o simplemente falta de desarrollo. Las diversas formas en que los conductos paramesonéfricos emparejados pueden desalinearse durante la fusión, permiten diversas anomalías de los conductos de Müller. El tipo más común de defecto de fusión de Müller es uno fusión lateral en el que los conductos paramesonéfricos no se fusionan en la línea media, lo que resulta en mitades simétricas o asimétricas. Si la parte del conducto que forma el cuerpo uterino no se conecta con el cuello uterino, una o ambas mitades pueden estar obstruidas. Cuando se conectan con el cuello uterino, por lo general no están obstruidos. Si los dos conductos permanecen independientes entre sí, es posible que se produzca la duplicación de todo el trayecto. El cuello uterino duplicado (bicollis) se vincula con frecuencia con un tabique vaginal longitudinal y es un ejemplo de falta de fusión lateral.

La fusión vertical se refiere a la fusión de los conductos de Müller con el seno urogenital en su porción más caudal. Alternativamente, con la falla de reabsorción, puede verse un solo hemicuello uterino o cuello uterino tabicado (compuesto por un solo tabique muscular que se extiende desde el segmento uterino inferior o tabique vaginal). El defecto más impresionante es la agenesia completa, o falta de desarrollo, de los conductos emparejados, lo que resulta en la ausencia del útero, cuello ...

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