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El parto vaginal quirúrgico (OVD, operative vaginal delivery) es el nacimiento que se realiza con la ayuda de un fórceps o una ventosa. Una vez que estos se aplican a la cabeza fetal, la tracción hacia el exterior genera fuerzas que se suman al pujido materno para la expulsión del producto.
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FRECUENCIA E INDICACIONES
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Según los datos nacionales, el parto vaginal asistido por fórceps o ventosa correspondió a 3.1% de los nacimientos en Estados Unidos en el 2015. Este representa un descenso de 9% frente al de 1990 (Martin, 2017). Para estos procedimientos, se elige la ventosa en forma exagerada y la tasa de nacimientos con ayuda de ventosa o fórceps es casi de 4 a 1 (Yeomans, 2010). La mayoría de estas técnicas logra un nacimiento efectivo por vía vaginal. Según los datos de Estados Unidos, desde el 2006, solo 0.4% de los intentos con fórceps y 0.8% de las extracciones con ventosa fracasó en lograr un nacimiento vaginal (Osterman, 2009). En el grupo específico de nulíparas con gestaciones a término, en un estudio de 25 hospitales académicos se encontró un índice de fracaso más elevado de 4.4% y 6.4%, respectivamente (Bailit, 2016).
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Cuando es seguro desde el punto de vista técnico, se contempla la interrupción de la segunda fase del trabajo de parto por medio de un parto vaginal quirúrgico ante cualquier problema que ponga en peligro a la madre o al feto o que se atenuará con el parto. De las indicaciones maternas, las más frecuentes son agotamiento de la madre y segunda fase del trabajo de parto prolongada. Sin embargo, todavía no se define la duración máxima específica de la segunda fase del trabajo de parto después de la cual se debe contemplar la posibilidad de un parto vaginal quirúrgico en cualquier mujer (American College of Obstetricians and Gynecologists, 2019). Otras razones maternas son las enfermedades preexistentes o durante el parto que limitan los pujidos efectivos o requieren de un nacimiento rápido. Algunos ejemplos son la insuficiencia pulmonar grave o aguda, la descompensación por una infección durante el parto, las enfermedades neurológicas y las enfermedades cardiacas graves. Dos indicaciones fetales frecuentes son la frecuencia cardiaca fetal preocupante y el desprendimiento prematuro de placenta (Schuit, 2012).
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CLASIFICACIÓN Y REQUISITOS
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La clasificación del parto vaginal quirúrgico (OVD) se resume en el cuadro 29–1. Subraya que la estación y la rotación constituyen los factores de riesgo más importantes tanto para la madre como para el feto. La estación se mide por el número de centímetros, ya sea por arriba o abajo, desde la estación anatómica cero, que es una línea trazada entre ambas espinas isquiáticas. Las estaciones van de -5 a 0 a +5. Las técnicas se clasifican como bajos y medios; la mayor parte corresponde ...