Skip to Main Content

INTRODUCCIÓN

Las mujeres son susceptibles a varias complicaciones que pueden ser graves durante el cuarto trimestre. Muchas de estas alteraciones se encuentran durante el embarazo y otras son exclusivas del puerperio. En términos históricos, la infección ha sido la fuente más importante de morbilidad y mortalidad maternas después del parto, como lo enfatizan los estudios de Semmelweis y Lister (Kadar, 2019). Las infecciones puerperales incluyen las pélvicas, mastitis y abscesos mamarios. Revisadas en sus respectivos capítulos, la enfermedad cardiovascular (cap. 52), la tromboembolia venosa (cap. 55) y la hemorragia (cap. 42) son en la actualidad las principales complicaciones puerperales no infecciosas (Callaghan, 2012; Creanga, 2017). Sin embargo, la incidencia de hospitalización después del parto por septicemia se halla en aumento. Otros aspectos puerperales y su tratamiento se describen en el capítulo 36.

INFECCIÓN PÉLVICA PUERPERAL

De forma típica, el término infección puerperal se refiere a cualquier infección bacteriana del aparato genital después del parto. La infección, la preeclampsia y la hemorragia obstétrica integraron la triada letal de las causas de muerte materna antes y durante el siglo XX. Por fortuna, la mortalidad materna por infección puerperal es infrecuente gracias a los antibióticos eficaces. Creanga et al. (2017) informaron los resultados del Pregnancy Mortality Surveillance System, que contenía 4 693 muertes relacionadas con el embarazo en Estados Unidos entre 2006 y 2010. La infección representó el 13.6% de las muertes y fue la segunda causa principal. En un análisis de la población de Carolina del Norte, Berg et al. (2005) informaron que el 40% de las muertes maternas relacionadas con la infección era prevenible.

Fiebre puerperal

Existen varios factores infecciosos y no infecciosos que causan fiebre puerperal definida por una temperatura de 38°C o mayor. Con base en esta definición conservadora, Filker y Monif (1979) señalaron que solo el 20% de las mujeres febriles en las primeras 24 h después del parto vaginal se diagnosticó después con infección pélvica. Este valor fue del 70% en las sometidas a cesárea. La mayor parte de la fiebre persistente después del parto es efecto de una infección del tracto genital. Cabe destacar que la fiebre ≥ 39°C en las primeras 24 h del puerperio puede relacionarse con una infección pélvica virulenta secundaria a estreptococos del grupo A.

Otras fuentes de la fiebre puerperal incluyen congestión mamaria, infecciones urinarias, episiotomía e incisiones abdominales, laceraciones perineales y complicaciones respiratorias luego de la cesárea. Casi el 15% de las mujeres que no amamantan desarrolla fiebre por congestión mamaria. La “fiebre mamaria” rara vez es mayor de 39°C en los primeros días después del parto y casi siempre dura < 24 h. La incidencia de la fiebre es menor en mujeres que amamantan (cap. 36). Las infecciones urinarias después del parto son poco frecuentes ...

Pop-up div Successfully Displayed

This div only appears when the trigger link is hovered over. Otherwise it is hidden from view.