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INTRODUCCIÓN

Las enfermedades de la médula espinal tienen a menudo, consecuencias devastadoras. Pueden producir cuadriplejía, paraplejía y déficit sensitivos mucho más intensos que los que producirían en cualquier otra parte del sistema nervioso; esto se debe a que la médula espinal contiene, en un área de superficie relativamente pequeña, casi la totalidad de los sistemas motores eferentes y de los sistemas sensitivos aferentes de tronco y las extremidades. Muchas enfermedades de la médula espinal son reversibles si son reconocidas y tratadas en estadios iniciales (cuadro 442–1); por ello, constituyen una de las urgencias neurológicas más críticas. El uso racional de los procedimientos diagnósticos, guiado por un buen conocimiento de la anatomía y de las manifestaciones clínicas de las enfermedades medulares más frecuentes, suele ser la mejor forma de obtener un buen resultado.

CUADRO 442–1Trastornos de la médula espinal susceptibles de tratamiento

ESTUDIO DEL PACIENTE Enfermedad de la médula espinal ANATOMÍA DE LA MÉDULA ESPINAL RELACIONADA CON LOS SIGNOS CLÍNICOS

La médula espinal es una prolongación fina y tubular del sistema nervioso central que se extiende a lo largo del canal óseo vertebral. Se origina en el bulbo raquídeo y continúa en sentido caudal hasta el cono medular al nivel lumbar; su extensión fibrosa, el filum terminale, termina en el cóccix. La médula espinal en el adulto mide casi 46 cm de largo, tiene un contorno oval que aparece ensanchado en las regiones cervical y lumbar, donde se localizan las neuronas que inervan a las extremidades superiores e inferiores, respectivamente. Los haces de sustancia blanca que contienen las vías sensitivas ascendentes y motoras descendentes se disponen en la periferia, en tanto que los cuerpos de las células nerviosas se agrupan ...

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