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INTRODUCCIÓN

La búsqueda de la salud y la mejoría del bienestar incluyen muchos tratamientos, prácticas y sistemas de atención que se hallan fuera de la medicina convencional, pero que se han integrado de manera gradual en la atención a la salud convencional. El sistema de salud actual está fragmentado y a menudo subraya solo el tratamiento farmacológico de la enfermedad, al tiempo que soslaya con frecuencia la promoción, el apoyo y, lo más importante, la restauración de la salud. Aunque el modelo enfocado en la enfermedad domina la investigación y el ecosistema de atención a la salud, desde hace tiempo existe la percepción de que muchas enfermedades crónicas, incluidos los trastornos dolorosos, pueden prevenirse o tratarse mejor si se incorporan a la atención intervenciones no farmacológicas, como la nutrición, el ejercicio y el control del estrés, con énfasis en la comprensión de la persona como un todo. Muchas prácticas complementarias siguen este modelo y existe evidencia preliminar indicativa de que estas estrategias conducen a un mejor autocuidado, una mayor sensación personal de bienestar y un mayor compromiso con un estilo de vida saludable. La salud integral hace énfasis no solo en la integración de la atención complementaria y convencional, sino también en una estrategia terapéutica integral para la persona completa. Esto incluye ampliar el conocimiento sobre cómo los sistemas fisiológicos interactúan entre sí y sobre las conexiones entre los aspectos físicos, psicológicos y sociales de la salud. La salud integral también incluye esfuerzos por comprender mejor la “salutogenia” o la inversión de la patogenia; esto se refiere al proceso por el cual se restaura la salud durante la recuperación de una lesión, una enfermedad aguda o la exacerbación de una enfermedad crónica, o bien cuando un trastorno “prepatológico”, como la prediabetes o la prehipertensión se revierten mediante cambios en la conducta, en lugar del tratamiento farmacológico.

DEFINICIONES Y ALCANCE

La medicina complementaria y alternativa incluye una amplia variedad de prácticas, intervenciones y productos naturales que no son parte regular de la atención médica convencional (cuadro 482–1). El término complementario se refiere al uso de estas prácticas junto con la terapéutica convencional y se prefiere cada vez más al término alternativo, que implica su uso como sustituto de la atención regular.

CUADRO 482–1Terminología de los tratamientos y prácticas de salud complementarios e integrales

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