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El sarampión es una enfermedad viral muy contagiosa que se caracteriza por un cuadro prodrómico de fiebre, tos, coriza y conjuntivitis, seguido por la aparición de un exantema maculopapular generalizado. Antes del uso difundido de vacunas contra el sarampión, se calculaba que esta enfermedad causaba más de dos millones de muertes en todo el mundo cada año.
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Se ha hecho un progreso notable para reducir la incidencia global y las tasas de mortalidad del sarampión mediante la vacunación. En América, los esfuerzos intensivos de vacunación y vigilancia, basados en parte en la exitosa estrategia de la Organización Panamericana de la Salud de campañas de vacunación periódicas nacionales contra sarampión (actividades de inmunización suplementaria), y los altos niveles de cobertura con la vacuna de sarampión interrumpieron la transmisión endémica del virus del sarampión. Se declaró que el Continente Americano de la Organización Mundial de la Salud (OMS) erradicó el sarampión en septiembre de 2016, la primera región en el mundo en lograrlo. En Estados Unidos, la elevada cobertura con dos dosis de vacuna de sarampión eliminó la transmisión endémica del virus del sarampión en 2000. También se ha progresado en la reducción de la incidencia y las tasas de mortalidad del sarampión en África subsahariana y en Asia como consecuencia del aumento en la cobertura rutinaria con la vacuna de sarampión y el suministro de una segunda dosis de la vacuna mediante campañas masivas de vacunación contra sarampión y programas de inmunización infantil. Desde 2000 hasta 2019, las muertes calculadas por sarampión en todo el mundo descendieron 62%, de 539 000 (intervalo de confianza [CI] a 95%, 357 200 a 911 900) a 207 500 (CI 95%, 123 100 a 472 900). Se calcula que la vacunación contra sarampión previno 25.5 millones de muertes en este periodo. Sin embargo, un resurgimiento global del sarampión en 2019 condujo a la pérdida del estado de erradicación del sarampión en el Continente Americano y amenaza con eliminarlo en Estados Unidos, lo que resalta el riesgo continuado. En 2019, los 1 282 casos de sarampión informados en Estados Unidos fue la cifra más alta desde 1992.
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La Measles and Rubella Initiative, una sociedad dirigida por la American Red Cross, la Fundación de Naciones Unidas, UNICEF, los U.S. Centers for Disease Control and Prevention (CDC) y la OMS, tiene una participación importante para reducir la incidencia global y las tasas de mortalidad de sarampión. Desde su establecimiento en 2001, la iniciativa ha proporcionado a los gobiernos y comunidades de 88 países el apoyo técnico y financiero para actividades de inmunización rutinarias, campañas de vacunación masiva y sistemas de vigilancia de la enfermedad.
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El virus del sarampión es un virus esférico, no segmentado, de una sola cadena de RNA no codificante, y es miembro del género Morbillivirus de la familia Paramyxoviridae. En un principio, el ...