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La taquicardia auricular con mecanismo de macroreentrada se debe a un circuito de reentrada grande, a menudo asociado con áreas de tejido cicatricial en las aurículas. El aleteo común o típico de la aurícula derecha se debe a un circuito que gira alrededor del anillo de la válvula tricúspide, limitado en posición anterior por el anillo y en posición posterior por un bloqueo de la conducción funcional en la cresta terminal. El frente de onda pasa entre la vena cava inferior y el anillo de la válvula tricúspide, conocido como istmo subeustaquiano o cavotricúspide, donde es susceptible a interrupción mediante ablación con catéter. De este modo, el aleteo auricular común también se conoce como aleteo auricular dependiente del istmo cavotricúspide. Lo más frecuente es que este circuito rote en dirección contraria a la de las manecillas del reloj (como se observa al mirar hacia el anillo tricúspide desde el vértice ventricular), que produce aleteo en dientes de sierra con ondas negativas características en las derivaciones II, III y aVF, y ondas P positivas en la derivación V1. Cuando se revierte la dirección, la rotación en la dirección de las manecillas del reloj produce el vector de onda P opuesto en esas derivaciones. La frecuencia auricular típica es de 240 a 300 latidos por minuto (lpm), pero puede ser más lenta en presencia de enfermedad auricular o fármacos antiarrítmicos. A menudo se conduce hacia los ventrículos con bloqueo auriculoventricular (AV) 2:1, lo cual crea una taquicardia regular a 130 a 150lpm, con ondas P que pueden ser difíciles de discernir. Las maniobras que aumentan el bloqueo del nodo AV por lo general expondrán ondas de aleteo, lo que permite el diagnóstico. La enfermedad del nódulo AV o los fármacos antagosnistas del nódulo AV pueden aumentar la relación de conducción entre la aurícula y el ventrículo, lo que da origen a ondas de aleteo más obvias (fig. 250–1).
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