Skip to Main Content

INTRODUCCIÓN

Existen innumerables tipos de arritmias ventriculares (VA, ventricular arrhythmia) que afectan a pacientes con corazón sano y a aquellos con cardiopatía estructural, desde enfermedades benignas hasta trastornos potencialmente letales. Es fundamental tanto la comprensión del método de estudio de estas arritmias para ser cuidadoso con las formas benignas como la aplicación de un método de estudio amplio a las formas malignas.

TIPOS DE ARRITMIAS VENTRICULARES

Las arritmias ventriculares pueden surgir de focos o circuitos de reentrada. Las arritmias ventriculares focales pueden originarse de células miocárdicas o de Purkinje con capacidad de automatismo o de actividad desencadenada. Las arritmias ventriculares con mecanismo de reentrada afectan a menudo a áreas de cicatrices, como un infarto del miocardio antiguo o una miocardiopatía. Con menos frecuencia, las vías de conducción de Purkinje enfermas también pueden dar origen a circuitos de reentrada. Las arritmias ventriculares se caracterizan por su aspecto y duración en el electrocardiograma. La conducción que se aleja del foco ventricular o la salida del circuito de reentrada, y que se propaga a través del miocardio ventricular, es más lenta que la activación de los ventrículos a lo largo del sistema normal de Purkinje. Por esta razón, la duración del complejo QRS durante las arritmias ventriculares es amplia, por lo general > 0.12 s, aunque también son posibles situaciones inusuales con complejos QRS estrechos.

Las extrasístoles ventriculares son latidos ventriculares únicos que aparecen antes del siguiente latido supraventricular esperado (fig. 252–1). Las extrasístoles ventriculares que surgen del mismo foco poseen la misma morfología del complejo QRS y se denominan unifocales (fig. 252–1 A). Las extrasístoles ventriculares que se originan en diferentes sitios ventriculares tienen distintas morfologías QRS y se conocen como multifocales (fig. 252–1 B). Dos extrasístoles ventriculares consecutivas representan un “doblete”.

FIGURA 252–1

A. Extrasístoles unifocales a frecuencia bigeminal. El trazo muestra la derivación I del electrocardiograma y la presión arterial (Art. Pr.). Los latidos del ritmo sinusal van seguidos de una forma de onda arterial normal. Disminuye la presión arterial después de las extrasístoles (flechas) y es imperceptible a la palpación. El pulso de este paciente se registra a la mitad de la frecuencia cardiaca. B. Extrasístoles ventriculares multifocales. Las dos extrasístoles ventriculares mostradas tienen diferentes morfologías. C. Ejemplo de ritmo idioventricular acelerado. (Véase el texto para obtener más información).

La taquicardia ventricular (VT, ventricular tachycardia) consiste en tres o más latidos consecutivos a una frecuencia superior a 100 latidos por minuto (lpm). Tres o más latidos consecutivos a frecuencias más lentas constituyen un ritmo idioventricular. La taquicardia ventricular que termina de modo espontáneo en 30 s se designa como no sostenida, mientras que la taquicardia ventricular sostenida persiste durante > 30 s o se termina por una intervención activa, como la ...

Pop-up div Successfully Displayed

This div only appears when the trigger link is hovered over. Otherwise it is hidden from view.