Skip to Main Content

INTRODUCCIÓN

La hepatopatía alcohólica (ALD, alcohol-associated liver disease) comprende un espectro de enfermedades vinculadas con el alcoholismo, desde esteatosis hepática alcohólica y esteatohepatitis hasta trastornos hepáticos más avanzados como fibrosis y cirrosis. La hepatitis aguda alcohólica es una variedad aguda sobre crónica de ALD que se acompaña de insuficiencia hepática y una mortalidad elevada.

EPIDEMIOLOGÍA

Cerca de 5.8% de los adultos en Estados Unidos padece un trastorno por consumo de alcohol, definido como > 2 bebidas por día en mujeres y > 3 en hombres o participar en el consumo excesivo de alcohol, definido como 4 bebidas para mujeres y 5 para hombres en casi 2 h (1 bebida es igual a casi 14 g de etanol, que corresponde a una cerveza, 120 mL de vino o 30 mL de licores al 80%). La prevalencia de la ALD se correlaciona con la cantidad de alcohol consumido en distintas regiones. La prevalencia de la esteatosis hepática alcohólica es de 4.7% de la población de Estados Unidos y 1.5% tiene fibrosis en estadio 2 o mayor. La cirrosis hepática es la undécima causa principal de mortalidad en el mundo, con 1.16 millones de muertes al año; 48% de los casos de cirrosis se puede atribuir al alcohol. Entre los pacientes con trastorno por consumo de alcohol, 18% tenía fibrosis, 26% cirrosis y 7% hepatitis alcohólica aguda sin cirrosis subyacente. En la población europea, la frecuencia anual de hepatitis aguda alcohólica es de 24 a 27 por millón de personas en mujeres y de 46 a 65 por millón de personas en hombres.

PATOGENIA

El alcohol en forma de etanol se absorbe con rapidez en el tubo digestivo alto y se metaboliza sobre todo en el hígado. El etanol llega a este a través de la vena porta y la mayor parte se oxida por medio de la alcohol-deshidrogenasa 1 (ADH1) para formar acetaldehído en los hepatocitos. El consumo crónico de alcohol induce la expresión de una segunda enzima metabolizadora de etanol, el citocromo P450, familia 2, subfamilia E, miembro 1 (CYP2E1), que también convierte al etanol en acetaldehído. Además del efecto tóxico celular directo del acetaldehído, el metabolismo del etanol para formar acetaldehído da lugar a la formación de especies de oxígeno reactivo (ROS, reactive oxygen species), que infligen más daño a los hepatocitos a través de la peroxidación de lípidos y la lesión del DNA. A continuación, el acetaldehído se oxida hasta formar acetato por medio de la acetaldehído deshidrogenasa (ALDH). En los países asiáticos es frecuente la deficiencia hereditaria de ALDH2 que produce acumulación de acetaldehído después del consumo de alcohol. Estas personas padecen náusea y rubor cutáneo. Varios mecanismos contribuyen a la generación de esteatosis hepática por el consumo de alcohol. El acetato se convierte en acetil-coenzima A (CoA), que contribuye a la síntesis de ácidos grasos y triglicéridos. El alcohol, en parte por medio ...

Pop-up div Successfully Displayed

This div only appears when the trigger link is hovered over. Otherwise it is hidden from view.