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INCIDENCIA, PREVALENCIA Y EVOLUCIÓN NATURAL
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La hepatopatía grasa no alcohólica (NAFLD, nonalcoholic fatty liver disease) es la afección hepática crónica más frecuente en muchas partes del mundo, incluido Estados Unidos. Se calcula que la prevalencia global de NAFLD es hasta de mil millones y que en Estados Unidos entre 80 y 100 millones de personas padecen NAFLD. Esta enfermedad tiene una relación estrecha con la resistencia insulínica, el sobrepeso/obesidad y el síndrome metabólico. Sin embargo, también puede ocurrir en individuos delgados y es muy frecuente en los que tienen depósitos adiposos escasos (es decir, lipodistrofia). Al parecer, los factores étnicos o raciales también influyen en la acumulación de grasa en el hígado; la prevalencia documentada de NAFLD es menor en estadounidenses de raza negra (cerca del 25%), más alta en estadounidenses de origen hispano (cerca del 50%) e intermedia en los caucásicos (cerca del 33%).
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La NAFLD abarca un espectro de patología hepática con distintos pronósticos clínicos (fig. 343–1). La simple acumulación de triglicéridos en el interior de los hepatocitos (esteatosis hepática) es el extremo clínico más benigno del espectro. En el lado contrario, en el extremo clínico más ominoso están la cirrosis (cap. 344) y el cáncer hepático primario (cap. 82). El riesgo de desarrollar cirrosis es muy bajo en personas con esteatosis hepática aislada, pero aumenta cuando la esteatosis se complica por la muerte y lesión notorias de los hepatocitos (esto es, esteatohepatitis no alcohólica [NASH, nonalcoholic steatohepatitis]). Se presupone que al menos 25% de los adultos con NAFLD tiene NASH. La NASH misma es también un trastorno heterogéneo; algunas veces mejora hacia esteatosis o imagen histológica normal, en ocasiones se mantiene estable por años, pero puede producirse la acumulación progresiva de tejido cicatrizal fibroso que culmina en cirrosis (fibrosis de fase 4). El factor predictivo principal de morbimortalidad hepática en la NAFLD es la fibrosis avanzada del hígado. Una vez que aparece la cirrosis relacionada con NAFLD, la incidencia anual de cáncer hepático primario puede llegar al 1% a 2% anual.
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Las imágenes de abdomen no permiten establecer cuáles individuos con NAFLD tienen muerte celular e inflamación hepáticas relacionadas (es decir, NASH), y aún no se cuenta con pruebas sanguíneas específicas para diagnosticar NASH. Sin embargo, los estudios poblacionales que han ...