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INTRODUCCIÓN

El aparato reproductor femenino regula los cambios hormonales relacionados con la pubertad y la capacidad reproductiva en la edad adulta. La función reproductora normal en mujeres exige la integración dinámica de señales hormonales provenientes del hipotálamo, hipófisis y ovarios, lo que da como resultado ciclos repetitivos de desarrollo folicular, ovulación y preparación del revestimiento endometrial del útero para la implantación cuando ocurre la concepción.

Para un análisis más detallado de temas relacionados, véanse los siguientes capítulos: amenorrea y dolor pélvico (cap. 393), esterilidad y anticoncepción (cap. 396), menopausia (cap. 395), trastornos del desarrollo sexual (cap. 390) y trastornos del aparato reproductor masculino (cap. 391).

DESARROLLO DE LOS OVARIOS Y CRECIMIENTO FOLICULAR TEMPRANO

El ovario coordina el desarrollo y liberación de ovocitos maduros y secreta hormonas (p. ej., estrógenos, progesterona, inhibinas A y B, relaxina) que desempeñan funciones críticas en diversos tejidos, lo que incluye mama, hueso, útero, además de hipotálamo e hipófisis. Para llevar a cabo estas funciones en ciclos mensuales repetitivos, los ovarios experimentan algunos de los cambios más dinámicos observados en cualquier órgano del cuerpo. Las células germinales primordiales se identifican en la tercera semana de gestación y su migración al pliegue genital concluye en la sexta semana del embarazo. Las células germinales persisten en el interior del pliegue genital, se les denomina ovogonios y son esenciales para la inducción del desarrollo ovárico. En pacientes con síndrome de Turner 45,X las células germinales primordiales proliferan y migran al borde genital, pero no persisten ya que su supervivencia requiere la presencia de células de la pregranulosa, que dependen de la presencia de ambos cromosomas X (cap. 390).

La población de células germinales se expande y cerca del comienzo de la octava semana de gestación los ovogonios entran en la profase de la primera división meiótica y se transforman en ovocitos primarios. Esto permite que el ovocito se rodee de una sola capa de células planas de la granulosa para formar un folículo primordial (fig. 392–1). Las células de la granulosa derivan de células del mesonefros que invaden a los ovarios en etapas tempranas de su desarrollo y empujan a las células germinales hacia la periferia. Aunque existe evidencia de que células similares a los ovocitos y estructuras similares a los folículos pueden formar células madre embrionarias en cultivo, no existe aún, evidencia clara de que esto ocurra in vivo y por tanto, el ovario parece contener una cantidad no renovable de células germinales. Gracias a procesos combinados de mitosis, meiosis y atresia, la población de ovogonios alcanza su nivel máximo de 6 a 7 millones en la semana 20 de la gestación y después ocurre una pérdida progresiva tanto de ovogonios como de folículos primordiales a través del proceso de atresia. Parece que la entrada a ...

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