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INTRODUCCIÓN

Recubrimiento del intestino delgado, se muestra un epitelio cilíndrico simple con una célula caliciforme secretora de moco (magenta) (LM).

Victor P. Eroschenko.

RECUERDA QUE

  • Este capítulo detalla la estructura de las membranas serosas y mucosas del cuerpo. Repasa dónde se encuentran estas membranas en el Atlas A, sección A.3.

  • Los tejidos conjuntivos se caracterizan por una gran cantidad de sustancia básica, y dos de sus componentes principales son las glucoproteínas y los proteoglicanos que fueron tratados en la sección 2.4c.

  • En este capítulo se utiliza la terminología de las formas celulares que aparece en la figura 3.1 en la nomenclatura del tejido epitelial.

  • Las vesículas secretoras y la exocitosis (consúltese la sección 3.3f) son importantes para entender los tipos de glándula que se explican en este capítulo.

Con sus 50 millones de billones de células y miles de órganos, el cuerpo humano puede parecer una estructura de complejidad impresionante. Por fortuna para la salud, la longevidad y el conocimiento de uno mismo, esto no desalentó a los biólogos del pasado, que continuaron investigando hasta descubrir patrones que lo hicieron más comprensible. Uno de esos patrones es el hecho de que estos millones de billones de células pertenecían a solo 200 tipos más o menos, y que estaban organizadas en tejidos que se subdividen en cuatro categorías primarias (tejidos epitelial, conjuntivo, nervioso y muscular), aunque existen al menos 23 subtipos de estos cuatro.

Las funciones de los órganos no solo dependen de las células, sino de la manera en que estas se organizan en los tejidos. Las células están especializadas en ciertas funciones: contracción muscular, defensa, secreción de enzimas y así sucesivamente. Ningún tipo de célula puede realizar todas las funciones vitales del cuerpo. Por tanto, las células colaboran en ciertas funciones y forman tejidos que realizan una función determinada, como la transmisión de señales nerviosas o la digestión de nutrientes. Un órgano es una estructura con límites discretos y está compuesto por dos o más tipos de tejidos.

Al estudio de los tejidos y la manera en que se organizan en órganos se le conoce como histología1 o anatomía microscópica, que es el tema de este capítulo. Aquí se estudiarán las cuatro clases de tejidos, las variaciones dentro de cada clase, cómo se identifican los tipos de tejido bajo el microscopio y cómo se relaciona su anatomía microscópica con su función, de qué manera se organizan para formar un órgano; cómo cambian los tejidos a medida que crecen, se encogen o cambian de un tipo de tejido a otro durante la vida de un individuo, y los modos de degeneración y muerte de tejidos. La histología salva la distancia entre la citología estudiada en los capítulos anteriores y los sistemas de órganos que se tratarán en los siguientes ...

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