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RECUERDA QUE
Debes estar familiarizado con los conceptos de proteína G, cAMP y sistemas de segundo mensajero (explicado en la fig. 3.8 y en el texto asociado) para comprender cómo funcionan los sentidos, sobre todo del gusto y el olfato.
La descripción del proceso de audición en este capítulo supone el conocimiento previo de los canales con compuerta mecánica (consúltese la sección 3.2a) y del flujo de iones por un gradiente electroquímico (consúltese la sección 11.3c).
Varios conceptos en la sección 12.6 son importantes para comprender los procesos sensoriales: potenciales postsinápticos (excitatorio e inhibitorio), sumatoria espacial y temporal, codificación neural y circuitos neuronales de convergencia.
Es necesario que recuerdes los conceptos de tractos de la médula espinal y decusación (consúltese la sección 13.1e) para comprender las vías sensoriales desde los receptores corporales inferiores hasta el encéfalo.
Es necesario que te familiarices con ciertos nervios craneales para comprender otras vías sensoriales al encéfalo, en especial los nervios olfativo, óptico, trigémino, facial, vestibulococlear, glosofaríngeo y vago, descritos en el cuadro 14.1.
Debes conocer la anatomía macroscópica del cerebro, sobre todo los lóbulos y las circunvoluciones de la corteza cerebral para comprender dónde se reciben y procesan las señales sensoriales (consúltese la sección 14.4b)
Para que comprendas la anatomía del oído, sería de ayuda recodar la anatomía del hueso temporal (consúltese “El hueso temporal” en la sección 8.2a).
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Cualquier persona que disfruta la música, el arte, la comida exquisita o una conversación aprecia los sentidos humanos. Sin embargo, su importancia se extiende más allá de obtener placer del entorno. En la década de 1950, los científicos de la Princeton University, especializados en el comportamiento, estudiaron los métodos empleados por los comunistas soviéticos para obtener confesiones de los prisioneros políticos, los cuales consistían en el aislamiento total y la deprivación sensorial. Para ello inmovilizaron estudiantes voluntarios en habitaciones oscuras a prueba de ruido o se les suspendió en cámaras oscuras de agua. En poco tiempo estos sujetos experimentaron alucinaciones visuales, auditivas y táctiles, patrones de pensamiento incoherentes, deterioro del desempeño intelectual y, en ocasiones, miedo o pánico. Se han observado efectos similares en pacientes quemados, a quienes se inmoviliza y permanecen con vendajes en gran parte del cuerpo (incluidos los ojos); por lo cual, experimentan una prolongada falta de información proveniente de la aferencia sensorial. Los pacientes conectados a equipos de reanimación cardiopulmonar y confinados en tiendas de oxígeno en ocasiones tienen ideas delirantes. La aferencia sensorial es vital para la integridad de la personalidad y la función intelectual.
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Además, gran parte de la información comunicada por los órganos sensoriales (p. ej., la presión arterial, la temperatura corporal y la tensión muscular) nunca llega a captar la ...