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INTRODUCCIÓN

¿Cuántos músculos puedes identificar a partir de su aspecto superficial?

Y Photo Studio/Shutterstock.

B.1 ANATOMÍA REGIONAL

Como un todo, en este libro se utiliza un método por sistemas y aparatos para el estudio de la anatomía; así, se examinan la estructura y la función de cada sistema de órganos, de uno en uno, sin importar las regiones del cuerpo que puedan atravesar. Sin embargo, los médicos y cirujanos piensan y actúan a partir de la anatomía regional. Si un paciente se presenta con dolor en el cuadrante inferior derecho (consúltese la figura A.4a, en el atlas A), la fuente puede ser el apéndice, un ovario o un músculo inguinal, entre otras posibilidades. Lo importante es que no se piensa en todo un sistema de órganos (el esófago tal vez sea irrelevante para dicho cuadrante), sino en los órganos presentes en esa región y en las posibilidades que deben tomarse en cuenta como causa del dolor. En este atlas se presentan varias vistas del cuerpo, región por región, a fin de apreciar algunas relaciones espaciales existentes entre los sistemas de órganos, analizados en sus capítulos individuales.

B.2 IMPORTANCIA DE LA ANATOMÍA DE SUPERFICIE

En el estudio de la anatomía humana es fácil preocuparse en tal medida por la estructura interna, que se olvida la importancia de lo que puede verse y sentirse en el exterior. Sin embargo, la anatomía y apariencia externas son cuestiones importantes en la exploración física y en muchos aspectos concernientes al cuidado del paciente. Un conocimiento adecuado de las marcas principales en la superficie del cuerpo es esencial para desarrollar las competencias propias de la terapia física, la reanimación cardiopulmonar, la cirugía, la toma de radiografías y electrocardiogramas, la aplicación de inyecciones, la extracción de sangre, la auscultación de los sonidos cardiacos y ventilatorios la medición del pulso y la presión arterial, así como la localización de puntos de presión para detener hemorragias arteriales, entre otros procedimientos. Un intento que carezca de la guía correcta para realizar algunos de estos procedimientos mientras se omite o se comprende mal la anatomía externa puede ser muy dañino e incluso letal para un paciente.

En los capítulos anteriores solo se ha estudiado la anatomía del esqueleto y los músculos; por tanto, este es el momento oportuno para estudiar la superficie corporal. Gran parte de lo que vemos en ella refleja la estructura subyacente de los huesos y músculos corporales. En el atlas A se proporcionó una amplia revisión fotográfica de la anatomía de superficie (consúltese la figura A.3), lo que es necesario para proporcionar un vocabulario que sirva como referencia para capítulos posteriores. En el presente atlas se muestra la anatomía de superficie con mayor detalle, para que pueda relacionarse con la anatomía musculoesquelética que aparece en los ...

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