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BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
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MANIFESTACIONES CLÍNICAS
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La pérdida transitoria de la visión monocular (“isquemia cerebral transitoria [TIA, transient ischemic attack]”) es efecto por lo regular de un émbolo en la retina procedente de la carótida ipsolateral afectada o del corazón (eFig. 7–53). De manera característica, el paciente señala que la pérdida de la visión se asemeja a un velo o cortina descorridos en forma vertical por el campo visual, con pérdida completa de la visión de ese ojo, que dura unos minutos, y también un efecto semejante de cortina al ceder el episodio (amaurosis fugaz, llamada también “ceguera pasajera”). El émbolo rara vez se identifica en la oftalmoscopia. Otras causas de pérdida transitoria de la visión, a menudo recurrente, por isquemia ocular son la arteritis de células gigantes, el estado de hipercoagulabilidad (como el síndrome de antifosfolípidos), la hiperviscosidad y la enfermedad oclusiva grave de la carótida. La pérdida de la visión más fugaz, que dura solo segundos a 1 min, por lo general recurrente y con afectación de uno o ambos ojos, se observa en individuos con edema de la papila óptica, por ejemplo los que padecen hipertensión intracraneal. Existe una forma benigna de pérdida recurrente y transitoria que se ha atribuido a espasmo de vasos coroideos o retinianos.
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B. Estudios diagnósticos
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En la mayoría de los casos, la valoración clínica y las investigaciones son casi las mismas observadas en la oclusión arterial retiniana, con énfasis en la identificación del origen del émbolo, ya que los pacientes con pérdida visual transitoria embólica tienen mayor riesgo de apoplejía, infarto miocárdico y otros episodios vasculares. Para el estudio del edema de la papila óptica se necesitan técnicas diferentes.
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Se debe administrar de inmediato ácido acetilsalicílico por VO a todo paciente con posibilidad de un émbolo causante de pérdida visual transitoria (cuando menos 81 mg al día) u otro antiplaquetario, hasta identificar la causa. Debe considerarse la endarterectomía carotídea urgente o tal vez la angioplastia con colocación de endoprótesis (cap. 12 y 24) en los pacientes afectados con estenosis de 70% al 99% (y quizá en los que tienen 50% a 69%) de la arteria carótida del mismo lado. En todos los enfermos es necesario controlar los factores de riesgo vasculares (como hipertensión). Si el émbolo en la retina se debe a alguna arritmia, como la fibrilación auricular, o de un estado de hipercoagulabilidad, casi siempre ...