+++
BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
++
Pérdida unilateral y subaguda de la visión.
Dolor exacerbado por movimientos oculares.
La papila óptica es casi siempre normal en la etapa aguda pero subsecuentemente se vuelve pálida.
++
La neuropatía óptica inflamatoria se relaciona sólidamente con enfermedades desmielinizantes (neuritis óptica típica), en particular esclerosis múltiple, pero también encefalomielitis diseminada aguda. Asimismo, surge con la sarcoidosis; en el trastorno del espectro de la neuromielitis óptica, caracterizada por anticuerpos séricos contra la acuaporina 4; junto con anticuerpos séricos para la glucoproteína de mielina de oligodendrocito; secundaria a infecciones por virus (por lo regular en niños); en la infección por virus de la varicela zóster, en varios trastornos autoinmunitarios, en especial el lupus eritematoso sistémico y el síndrome de Sjögren; durante el tratamiento con productos biológicos; y por propagación de inflamación desde las meninges, tejidos orbitarios y senos paranasales.
+++
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
++
En una enfermedad desmielinizante, la neuritis óptica se distingue por pérdida unilateral de la visión, que se desarrolla en el curso de días. Los límites de agudeza visual se sitúan entre 20/30 (6/9) y la nula percepción de la luz la más grave se acompaña de valores séricos bajos de vitamina D. En casi todos los casos se identifica dolor retroocular, exacerbado por los movimientos del ojo. Por lo regular, la pérdida campimétrica es central. Se reconoce en especial pérdida de la visión cromática y un defecto pupilar aferente relativo. En dos terceras partes de los casos, el nervio óptico es normal durante la fase aguda (neuritis óptica retrobulbar). En el resto de los pacientes, la papila óptica se halla hinchada (papilitis) con hemorragias ocasionales peripapilares en flama. La agudeza visual mejora por lo regular en término de dos a tres semanas y retorna a las cifras de 20/40 (6/12) o cifras mejores en 95% de los ojos no afectados con anterioridad. Más adelante aparece atrofia óptica si se produjo destrucción de un número suficiente de fibras del nervio óptico (eFig. 7–66). Cualquier paciente sin un diagnóstico conocido de esclerosis múltiple con presunta neuritis óptica desmielinizante, en la que no haya recuperación visual o se identifiquen otras manifestaciones atípicas, incluido el deterioro visual continuo o el dolor persistente después de dos semanas, debe someterse a una valoración adicional. La MRI de la cabeza y las órbitas permite identificar desmielinización de la sustancia blanca periventricular, una lesión que comprima el nervio óptico y la neuritis óptica atípica.
++
++
En la neuritis óptica desmielinizante aguda se ha demostrado que la recuperación de la visión se acelera con la administración IV de metilprednisolona (1 g al día por tres días, seguida de un ciclo con disminución gradual de la dosis ...