++
La celulitis orbitaria se caracteriza por fiebre, proptosis, restricción de movimientos extraoculares e hinchazón con enrojecimiento de los párpados (eFig. 7–71). Se requiere la administración inmediata de antibióticos intravenosos para evitar el daño del nervio óptico y que la infección se propague a los senos cavernosos, las meninges y el cerebro. La infección de los senos paranasales es la causa subyacente habitual. Los patógenos infectantes incluyen S. pneumoniae, cuya incidencia ha descendido con la aplicación de la vacuna neumocócica; otros estreptococos, como los del grupo anginoso; H. influenzae; y, con menor frecuencia, S. aureus, incluido el MRSA. Se recomienda la penicilina resistente a la penicilinasa, como la nafcilina, quizá junto con metronidazol o clindamicina, para tratar infecciones por anaerobios. Si la causa primaria es un traumatismo, debe agregarse al esquema una cefalosporina como la cefazolina o la ceftriaxona para lograr protección contra S. aureus y estreptococos β hemolíticos del grupo A. Pueden requerirse vancomicina o clindamicina si preocupa una infección por MRSA. En individuos con hipersensibilidad a la penicilina se recomienda administrar vancomicina, levofloxacina y metronidazol. La respuesta a los antibióticos suele ser excelente, pero en ocasiones se necesitan medidas quirúrgicas para drenar los senos paranasales o un absceso orbitario. En personas inmunodeficientes debe considerarse la posibilidad de cigomicosis.
++
++
Enviar con urgencia a un oftalmólogo a todo paciente con sospecha de celulitis orbitaria.
+
Amin
N
et al. Assessment and management of orbital cellulitis. Br J Hosp Med (Lond). 2016;77:216.
[PubMed: 27071427]
+
Iftikhar
M
et al. Epidemiology of primary ophthalmic inpatient admissions in the United States. Am J Ophthalmol. 2018;185:101.
[PubMed: 29101007]