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1. OTITIS MEDIA AGUDA
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BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
Otalgia, a menudo con infección de vías respiratorias altas.
Eritema e hipomovilidad de la membrana timpánica.
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La otitis media aguda es una infección bacteriana de los espacios del hueso temporal recubiertos con mucosa que contienen aire. Se forma material purulento en el interior de la hendidura del oído medio y en las celdillas aéreas mastoideas y el vértice petroso cuando se neumatizan. Dicho trastorno ocurre a menudo por una infección viral de vías respiratorias altas, causa de obstrucción de la trompa de Eustaquio, lo que ocasiona acumulación de líquido y moco, con infección secundaria por bacterias. Los patógenos más comunes son Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Streptococcus pyogenes.
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Manifestaciones clínicas
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La otitis media aguda aparece con mayor frecuencia en lactantes y niños, aunque puede ocurrir a cualquier edad. Los hallazgos de presentación son otalgia, presión ótica, disminución de la audición y a menudo fiebre. Los datos físicos típicos son eritema y disminución de la movilidad de la membrana timpánica (fig. 8–2). En ocasiones aparecen ampollas en la membrana timpánica.
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Rara vez, cuando el empiema del oído medio es grave, se observa un abultamiento del tímpano. En estos casos es inminente su rompimiento. La rotura se acompaña de disminución súbita del dolor, seguida del inicio de otorrea. Con el tratamiento apropiado se produce cicatrización espontánea de la membrana timpánica en la mayor parte de los casos. Cuando persiste la perforación, suele evolucionar a otitis media crónica. La otitis media aguda se acompaña muchas veces de hipersensibilidad mastoidea por la presencia de pus dentro de las celdillas aéreas mastoideas. Esta sola alteración no indica mastoiditis supurativa (quirúrgica). La inflamación franca sobre la apófisis mastoides, o la presencia de neuropatías craneales o manifestaciones centrales, indican enfermedad grave que requiere atención urgente.
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El tratamiento de la otitis media aguda incluye antibióticos específicos y descongestionantes nasales. Los antibióticos VO de primera línea son la amoxicilina, 1 g VO cada 8 h por cinco a siete días. Las alternativas útiles en casos resistentes son amoxicilina con clavulanato, 875/125 mg o 2 g/125 mg ER cada 12 h por cinco a 10 días; o cefuroxima, 500 mg, o cefpodoxima, 200 mg VO cada 12 h por cinco a siete días.
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Cualquier médico con experiencia puede practicar una timpanocentesis para cultivo bacteriano (aerobios y anaerobios) y micótico. A través de ...