Skip to Main Content

BASES PARA EL DIAGNÓSTICO

  • Disminución subjetiva de la sensación del olfato o el gusto.

  • Ausencia de obstrucción objetiva de vías nasales.

  • Disminución objetiva de la olfacción demostrada en pruebas.

GENERALIDADES

La fisiología del olfato se comprende menos que la fisiología de otros sentidos. Las moléculas odoríferas cruzan la cúpula nasal para llegar al área cribiforme y se solubilizan en el moco que recubre las dendritas expuestas de las células receptoras. La causa más frecuente de disfunción olfatoria (hiposmia o anosmia) es el bloqueo anatómico de las narinas, que puede deberse a pólipos, deformaciones del tabique y tumores nasales. La disfunción olfatoria transitoria suele acompañar al resfriado, alergias nasales y rinitis perenne mediante cambios en el epitelio nasal y olfatorio. Cerca del 20% de esta disfunción es idiopática, aunque con frecuencia es consecutiva a una enfermedad viral. La hiposmia y la anosmia son signos tempranos cardinales de la COVID-19 secundaria al nuevo coronavirus SARS-CoV-2; los síntomas olfatorios pueden persistir e incluso volverse secuelas permanentes de esta infección viral. Las neoplasias en el sistema nervioso central, sobre todo las que abarcan la incisura olfatoria o el lóbulo temporal, pueden afectar la olfacción y deben tenerse en mente en pacientes sin otra explicación para la hiposmia u otros signos neurológicos. El traumatismo craneoencefálico es una causa infrecuente pero grave de disfunción olfatoria. La sección de las neuronas olfatorias explica < 5% de los casos de hiposmia, si bien más a menudo ocasiona anosmia. Hay informes de sentidos del olfato o gusto ausentes, disminuidos o distorsionados en una amplia variedad de trastornos endocrinos, nutricionales y nerviosos. Desde 2020, la disfunción olfatoria aguda, incluso sin otros síntomas acompañantes, debe considerarse como síntoma inicial de COVID-19 y exige una prueba para confirmar la infección por SARS-CoV-2.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

La valoración de la disfunción olfatoria requiere anamnesis minuciosa de enfermedades sistémicas y consumo de fármacos, y la exploración física se enfoca en la nariz y el sistema nervioso. La obstrucción nasal (por pólipos, traumatismo, cuerpos extraños o tumoraciones en las vías nasales) causa hiposmia funcional y es importante descartarla antes de concluir que los trastornos olfativos son primarios. Casi ningún consultorio médico cuenta con el equipo para realizar pruebas de olfacción, pero estas pueden indicarse, aunque solo sea para valorar si el paciente posee algún grado de agudeza olfatoria. La University of Pennsylvania Smell Identification Test (UPSIT) está disponible en el mercado; es una prueba sencilla que se aplica el propio paciente y consiste en “rascar y oler”, y permite distinguir entre hiposmia, anosmia y simulación. El umbral odorífero puede ponerse a prueba en centros regionales especializados mediante concentraciones crecientes de varios odoríferos.

TRATAMIENTO

La hiposmia secundaria a poliposis nasal, obstrucción o rinosinusitis crónica puede mejorar con la cirugía sinusal endoscópica. Por desgracia, no existe un tratamiento específico contra el trastorno primario de la olfacción; ...

Pop-up div Successfully Displayed

This div only appears when the trigger link is hovered over. Otherwise it is hidden from view.