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BASES PARA EL DIAGNÓSTICO

  • Puede ser fulminante o subfulminante; ambas formas conllevan mal pronóstico.

  • Las causas más frecuentes son paracetamol y reacciones farmacológicas idiosincrásicas.

GENERALIDADES

La insuficiencia hepática aguda puede ser fulminante o subfulminante. La primera se caracteriza por desarrollo de encefalopatía hepática en el transcurso de ocho semanas a partir del inicio de una hepatopatía aguda. De manera invariable hay coagulopatía (índice internacional normalizado ≥ 1.5). La insuficiencia hepática subfulminante ocurre cuando se presentan estas alteraciones entre ocho semanas y seis meses después del inicio de una hepatopatía aguda y también conlleva mal pronóstico. La insuficiencia hepática crónica agudizada se refiere al deterioro agudo en la función hepática (a menudo causado por infección) y la falla relacionada de otros órganos en una persona con enfermedad hepática crónica preexistente.

En Estados Unidos cada año surgen alrededor de 1 600 casos de insuficiencia hepática aguda. La toxicidad por paracetamol es la causa más frecuente y representa al menos 45% de los casos. Los intentos de suicidio componen 44% de los casos de insuficiencia hepática por paracetamol y se ha notificado que las sobredosis accidentales (“errores terapéuticos”), que a menudo son consecuencia de una disminución en el umbral de intoxicación a causa de alcoholismo crónico o ayuno y que se han notificado después de la cirugía para pérdida de peso, causan cuando menos 48%. Otras causas son reacciones farmacológicas idiosincrásicas (ahora se han colocado en el segundo lugar y con mayor frecuencia se relacionan con antituberculosos, antiepilépticos y antibióticos), hepatitis viral o por hongos venenosos (Amanita phalloides), estado de choque, hipertermia, síndrome de Budd-Chiari, cáncer (más a menudo linfomas), enfermedad de Wilson, síndrome de Reye, hígado graso del embarazo y otros trastornos de la oxidación de ácidos grasos, hepatitis autoinmunitaria, infección por parvovirus B19 y en contadas ocasiones convulsiones tonicoclónicas generalizadas. La causa es indeterminada en casi 5.5% de los casos. El riesgo de insuficiencia hepática aguda es mayor en diabéticos y el pronóstico empeora con la obesidad. Al parecer, los complementos herbolarios y dietéticos parecen contribuir a la insuficiencia hepática aguda en una parte sustancial de los casos, sin importar la causa y puede asociarse con tasas más bajas de supervivencia sin trasplante. La insuficiencia hepática crónica agudizada a menudo es desencadenada por infección o por el consumo de grandes cantidades de alcohol en periodos cortos y por hepatitis alcohólica.

En la actualidad, la hepatitis viral representa casi 12% de todos los casos de insuficiencia hepática aguda. La disminución de la hepatitis viral como causa principal de insuficiencia hepática aguda es consecuencia de la vacunación universal de lactantes y niños contra la hepatitis B y la disponibilidad de vacuna contra la hepatitis A. Puede ocurrir insuficiencia hepática aguda después de la reactivación de la hepatitis B en portadores que reciben tratamiento de inmunodepresión. En áreas endémicas, la hepatitis E es una causa importante de insuficiencia hepática aguda, ...

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