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ACTUALIZACIONES CLÍNICAS CLAVE EN LA HIPERTENSIÓN PORTAL NO CIRRÓTICA
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La CT con medio contraste o la angiografía por resonancia magnética del sistema portal permiten valorar la extensión del trombo hacia las venas mesentéricas y descartar un trombo tumoral en pacientes con cirrosis.
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La decisión de administrar un anticoagulante a un paciente con cirrosis y trombosis de la vena porta depende de la presencia de ascitis, el riesgo de caída del paciente y de la idoneidad del paciente para el trasplante hepático.
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Además, la trombosis parcial de la vena porta puede resolverse en 30% a 50% de los casos.
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No hay datos sobre el uso de anticoagulantes VO de acción directa en pacientes con cirrosis y trombosis de la vena porta.
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BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
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La hipertensión portal no cirrótica puede provenir de obstrucción de la porción extrahepática de la vena porta (a menudo, trombosis de dicha vena con transformación cavernosa [cavernoma portal]), obstrucción de la vena esplénica (con un cuadro inicial de várices gástricas sin várices esofágicas), esquistosomosis, hiperplasia regenerativa nodular o fístula arteriovenosa a la porta. La hipertensión portal idiopática no cirrótica es frecuente en India y se ha atribuido a infecciones crónicas, exposición a fármacos o toxinas, trastornos protrombóticos, trastornos inmunitarios y alteraciones genéticas que causan lesiones vasculares obstructivas en el hígado. Dicha situación es poco común en países occidentales en que el aumento de la mortalidad es atribuible a trastornos concurrentes y vejez. Se ha propuesto el término enfermedad vascular portosinusoidal.
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La trombosis de la vena porta puede ocurrir en 10% a 25% de los pacientes con cirrosis, se relaciona con la gravedad de la enfermedad hepática y en parte también con la deficiencia adquirida de proteína C y derivaciones esplenorrenales (que causan estancamiento del flujo sanguíneo venoso portal); también pueden vincularse con el carcinoma hepatocelular, pero no con una mayor mortalidad. Otros factores de riesgo son el consumo de anticonceptivos, el embarazo, las enfermedades inflamatorias crónicas (que incluye la pancreatitis), la lesión del sistema venoso portal (incluida cirugía), otras neoplasias malignas y tratamiento de la trombocitopenia con eltrombopag. La trombosis de la vena porta puede clasificarse como tipo 1, en aquella que afecta la vena porta principal; tipo 2, con afección de una (2a) o ambas (2b) ramas de la vena porta o como tipo 3, con afección del tronco y ramas de la vena porta. Descriptores adicionales son oclusivo o no oclusivo; reciente o crónico y extensión (hacia la vena mesentérica) así como a la naturaleza de cualquier hepatopatía subyacente. La trombosis de la vena esplénica puede complicar la pancreatitis o el cáncer de páncreas. La pileflebitis (tromboflebitis séptica de la vena ...