+++
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
++
La causa más frecuente de deficiencia clínica de vitamina E es la absorción deficiente grave o abetalipoproteinemia en adultos y la enfermedad hepática colestásica crónica, atresia biliar o fibrosis quística en niños. Las manifestaciones de la deficiencia incluyen arreflexia, trastornos de la marcha, descenso de la cinestesia y sensibilidad a la vibración, y oftalmoplejía.
++
Pueden medirse las concentraciones plasmáticas de vitamina E; el intervalo normal es de 0.5 a 0.7 mg/100 mL o más. Como esta se transporta en las lipoproteínas, la concentración sérica debe interpretarse en relación con los lípidos circulantes.
++
La dosis terapéutica óptima de vitamina E no se ha definido con claridad. Pueden utilizarse dosis altas, a menudo administradas por vía parenteral, para mejorar las complicaciones neurológicas que se observan en la abetalipoproteinemia y la enfermedad colestásica hepática. Las investigaciones en humanos para evitar las enfermedades cardiovasculares y el cáncer no han señalado efectos beneficiosos. Varios estudios clínicos de complementación de vitamina E han mostrado retrasar la afectación cognitiva en pacientes con enfermedad de Alzheimer. Los complementos de vitamina E también pueden proporcionar beneficios en pacientes con enfermedad hepática grasa no alcohólica.