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BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
La magnitud del daño depende del tipo, el grado, la duración y la vía de entrada de la corriente eléctrica.
La reanimación se intenta antes de declarar muerta a la víctima de daño por electricidad; los datos clínicos no son fiables.
Los signos cutáneos pueden ser desorientadores y no denotan la profundidad del daño hístico.
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Las lesiones por electricidad son frecuentes y muchas pueden evitarse; tienen lugar por contacto con una corriente eléctrica de voltaje bajo o alto o por rayos. El tipo de corriente eléctrica es corriente alterna (AC, alternating current) o corriente directa (DC, direct current) y se mide en voltios (V, volts). La electricidad causa daño agudo por acción directa en tejidos, contracciones musculares tetánicas, lesión térmica directa y necrosis por coagulación y traumatismos acompañantes.
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La corriente alterna es un flujo eléctrico bidireccional que invierte la dirección en un patrón de ondas sinusoidal hacia adelante y atrás. Esto puede ocasionar tetania muscular, que prolonga la duración y el grado de exposición a la corriente. Este tipo de corriente puede ser de voltaje bajo o alto. Su primer tipo, voltaje bajo (< 1 000 V), es la corriente que suele utilizarse en los hogares y su intensidad varía desde la que causa daño menor, hasta la que ocasiona lesiones importantes y muerte. El segundo tipo o de voltaje alto (> 1 000 V) por lo común se relaciona con la exposición ocupacional y se acompaña de daño de tejidos profundos, morbilidad y mortalidad mayores. Las corrientes alternas que pasan a través de la cavidad torácica pueden provocar fibrilación ventricular a voltajes más bajos 25 a 300 V, o paro respiratorio a voltajes más altos (> 1 000 V). La corriente directa es unidireccional (como en los rayos, acumuladores y sistemas eléctricos de automóviles). Es muy probable que ocasione una sola contracción muscular intensa y asistolia. El rayo difiere de otros choques por corrientes de alto voltaje en que se aplican millones de voltios de forma masiva de corriente directa y por un lapso muy breve (una fracción de segundo).
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La magnitud del daño depende de los siguientes factores: voltaje (alto o bajo, mayor o menor de 1 000 voltios); tipo de corriente, resistencia hística, humedad, vías; duración del contacto; traumatismos y otras anomalías acompañantes. La corriente es el factor determinante del daño a los tejidos pues pasa a través de los que tienen mínima resistencia, y tal energía ocasiona calor que daña de forma directa las estructuras comentadas. La resistencia hística varía en todo el cuerpo; siendo las neuronas las más vulnerables y los huesos los más resistentes a la corriente eléctrica.
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MANIFESTACIONES CLÍNICAS
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Las quemaduras por electricidad son de tres tipos: destello (arco), quemadura, llama (ropa) y el efecto calórico directo en los tejidos por la corriente eléctrica. Estas últimas lesiones por lo general son bien ...