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INTRODUCCIÓN

Muchas drogas de uso recreativo y fármacos que se venden con receta se usan de manera incorrecta. El tratamiento de la intoxicación aguda difiere del tratamiento del posible trastorno por consumo.

1. OPIOIDES

Aunque los términos “opioide” o “narcótico” se refieren a un grupo de sustancias que simulan la acción y los efectos de la morfina, en esta sección se utiliza el término “opioide” cuando se revisan los fármacos que el médico receta de manera controlada, y “narcótico” cuando se habla de una droga de uso ilícito. El grupo incluye derivados naturales del opio (opiáceos), derivados sintéticos (opioides) y varios polipéptidos, algunos de los cuales se descubrieron como neurotransmisores naturales. El principal narcótico de abuso es la heroína (que se metaboliza a morfina) y que no se utiliza como fármaco legítimo. La heroína tiene una distribución geográfica más amplia que incluye principalmente varones y mujeres caucásicos al final de la segunda década de la vida que viven en los alrededores de grandes áreas urbanas. Los otros opioides comunes son fármacos de prescripción que difieren en cuanto a su potencia en miligramos, duración de acción y capacidad de actuar como agonista y antagonista (véase el cap. 5). Todos los analgésicos opioides pueden revertirse con el antagonista opioide naloxona.

Los signos y síntomas clínicos de la intoxicación leve con narcóticos son cambios en el estado de ánimo, con sentimientos de euforia; somnolencia; náusea con vómito ocasional; marcas de agujas, y miosis. La incidencia de inhalación de heroína (“fumar”) va en aumento, sobre todo entre los consumidores de cocaína. La sobredosis causa depresión respiratoria, vasodilatación periférica, miosis marcada, edema pulmonar, coma y muerte.

La tolerancia y la abstinencia son los aspectos de mayor preocupación en el caso del consumo ininterrumpido de opioides, aunque la abstinencia ocasiona solo complicaciones moderadas (de gravedad similar a la de un episodio de “gripe”). Los grados de abstinencia se clasifican de 0 a 4: el grado 0 incluye deseo compulsivo y ansiedad; el grado 1, bostezos, epífora, rinorrea y diaforesis; el grado 2, los síntomas previos más midriasis, piloerección, anorexia, temblores y oleadas de calor y frío con dolor generalizado; los grados 3 y 4 implican mayor intensidad de las manifestaciones mencionadas, con incrementos de temperatura, presión arterial, pulso y respiración más frecuente y profunda. En la abstinencia de la adicción más grave a menudo hay vómito, diarrea, pérdida de peso, hemoconcentración y eyaculación u orgasmo espontáneos. Las complicaciones del consumo de heroína incluyen infecciones (p. ej., neumonía, émbolos sépticos, hepatitis, infección por VIH por el uso de agujas no estériles), lesiones traumáticas (p. ej., espasmo arterial por inyección de la droga, gangrena) y edema pulmonar.

El tratamiento de la sobredosis (o sospecha de sobredosis) se revisa en el capítulo 38.

Si aparecen signos de grado 2, se inicia el tratamiento de la abstinencia. ...

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