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Las bacterias anaerobias constituyen la mayor parte de la flora normal humana. La flora microbiana normal de la boca (espiroquetas anaerobias, microorganismos del género Prevotella, fusobacterias), la piel (difteroides anaerobios), el colon (estreptococos anaerobios, Bacteroides y Clostridium) y el aparato reproductor femenino (Bacteroides, estreptococos anaerobios, fusobacterias) provocan enfermedad cuando se desplazan de sus sitios normales a tejidos o espacios corporales cerrados.
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Por lo general, las infecciones por anaerobios son polimicrobianas y los abscesos son frecuentes. El pus y el tejido afectado suelen tener mal olor. La tromboflebitis infecciosa y la infección metastásica son comunes y pueden requerir incisión y drenaje. La disminución del riego sanguíneo que favorece la proliferación de anaerobios por disminución de la oxigenación hística puede obstaculizar el aporte de antibióticos al sitio de infección anaerobia. Los cultivos pueden producir resultados negativos, a menos que las muestras se obtengan con sumo cuidado y en condiciones anaerobias.
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A continuación, se describen los tipos importantes de infecciones que inducen con más frecuencia los microorganismos anaerobios. El tratamiento de todas estas infecciones supone la exploración quirúrgica y la exéresis meticulosa, además de la administración de antibióticos.
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1. INFECCIONES DE CABEZA Y CUELLO
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Prevotella melaninogenica (conocida en el pasado como Bacteroides melaninogenicus) y las espiroquetas anaerobias se encuentran relacionadas por lo regular con infecciones periodontales. Estos microorganismos, las fusobacterias y los peptoestreptococos pueden causar sinusitis crónica, absceso periamigdalino, otitis media crónica y mastoiditis. Se ha identificado F. necrophorum como una causa frecuente de faringitis en adolescentes y adultos jóvenes. De igual modo, este microorganismo se ha asociado con tromboflebitis séptica de la yugular interna (síndrome de Lemierre), con la capacidad de generar embolia pulmonar séptica. Así como los antibióticos, la higiene, el drenaje y la desbridación quirúrgica son muy importantes para el tratamiento. La penicilina sola es un tratamiento insuficiente para organismos anaerobios bucales por la resistencia a la penicilina, casi siempre debido a la producción de betalactamasa. Por ello, el tratamiento recomendable es con ampicilina y sulbactam 1.5 a 3 g por vía IV cada 6 h (en caso de que se requiera tratamiento parenteral) o bien amoxicilina-ácido clavulánico, 875/125 mg por VO cada 12 h, o clindamicina (600 mg vía IV cada 8 h o 300 mg VO cada 6 h). El tratamiento antimicrobiano debe continuarse por algunos días después de que los síntomas y los signos hayan desaparecido. Infecciones poco activas bien establecidas (p. ej., mastoiditis u osteomielitis) tal vez requieran tratamientos más prolongados de por lo menos cuatro a seis semanas.
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2. INFECCIONES TORÁCICAS
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Por lo general, en el contexto de una mala higiene bucal y enfermedad periodontal, la aspiración de saliva (que contiene 108 microorganismos anaerobios por mililitro además de aerobios) puede propiciar neumonía necrosante, absceso pulmonar y empiema. Lo habitual es la infección polimicrobiana y los agentes etiológicos frecuentes son ...