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BASES PARA EL DIAGNÓSTICO

  • Dolor en el borde externo del pie.

  • Hinchazón y equimosis en la porción lateral del pie.

  • Dificultad para el apoyo ponderal.

GENERALIDADES

El quinto metatarsiano es el hueso que sufre fractura con mayor frecuencia. Su estructura anatómica se divide en: tuberosidad, base, diáfisis, cabeza y cuello. Las fracturas de la zona distal de este hueso lesionan la porción distal de la diáfisis, la cabeza y el cuello; las fracturas de la base son más frecuentes que las de tipo distal. Las fracturas proximales se subdividen en tres zonas: 1) fractura por avulsión de la tuberosidad; 2) fractura de Jones, y 3) fracturas por fatiga diafisaria.

La fractura por avulsión de la tuberosidad del quinto metatarsiano se conoce también como fractura de “tenista”. Es el tipo más común de este trastorno en la zona proximal del hueso. El mecanismo de este tipo de fractura es controversial; puede deberse a la contractura violenta del músculo peroneo corto durante la inversión repentina o la avulsión de la lengüeta lateral de la aponeurosis plantar.

El mecanismo de la fractura de Jones es una fuerza en aducción aplicada al pie mientras se halla en flexión plantar la articulación del tobillo. La fractura aparece en una zona vascular en la que es mayor el riesgo de seudoartrosis de la fractura en la zona 1. La fractura de Jones muestra una mayor incidencia en los atletas (p. ej., fútbol o básquetbol) o individuos activos. El cuadro inicial suele ser agudo y muestra un perfil de fractura no desplazada.

Las fracturas diafisarias del quinto metatarsiano son las más comunes inducidas por fatiga o sobrecarga. El mecanismo lesivo incluye fuerzas de acción contraria (distractivas) repetidas, intensificación de la actividad o práctica intensa de deportes. Las anormalidades estructurales o las biomecánicas pueden originar concentración repetitiva de cargas. Las fracturas por sobrecarga diafisaria también muestran un mayor riesgo de seudoartrosis, por la gran proximidad con la zona limítrofe de riego del quinto metatarsiano. Se observa una mayor incidencia de este tipo de trastornos en personas con pie cavo, metatarsus adductus, pie de Charcot y enfermedad de Charcot-Marie-Tooth.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

A. Síntomas y signos

El cuadro inicial de la fractura del quinto metatarsiano incluye dolor en el borde externo del antepié y dificultad en el apoyo ponderal. Si la fractura es aguda aparecen también hinchazón y equimosis.

Las manifestaciones de la fractura por sobrecarga difieren de las de la fractura de Jones; la primera muestra una etapa prodrómica de dolor que acompaña a la actividad.

B. Estudios de imagen

Pueden requerirse radiografías simples para diagnosticar la fractura del quinto metatarsiano, que incluyan las proyecciones anteroposterior, lateral y oblicua del pie (fig. e5–3).

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