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BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
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Crecimiento irregular del útero (puede ser asintomático).
Hemorragia vaginal intensa o irregular.
Dolor y compresión pélvicos y dismenorrea.
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Los leiomiomas uterinos son la neoplasia benigna más frecuente del aparato genital femenino. Se trata de tumores uterinos bien definidos, redondos, firmes y a menudo múltiples, constituidos por músculo liso y tejido conjuntivo. Su clasificación más conveniente se determina por la localización anatómica: 1) intramurales, 2) submucosos, 3) subserosos y 4) cervicouterinos. Un mioma submucoso puede tornarse pedunculado y descender por el cuello uterino hasta la vagina.
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MANIFESTACIONES CLÍNICAS
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En mujeres no embarazadas, los miomas suelen ser asintomáticos. Los dos síntomas más frecuentes de leiomiomas uterinos por los que las pacientes buscan tratamiento son la hemorragia uterina anormal y la sensación de presión pélvica. Algunas veces se produce degeneración, que causa dolor intenso. Los miomas que distorsionan significativamente la cavidad uterina pueden afectar la fertilidad al interferir con la implantación, la distensión rápida en etapas tempranas del embarazo o si ocurre deterioro de la contractilidad uterina.
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B. Datos de laboratorio
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La anemia ferropriva puede ser el resultado de la pérdida de sangre.
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C. Estudios de imagen
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La ecografía confirma la presencia de miomas uterinos y puede usarse de manera secuencial para monitorizar su crecimiento. Es importante la ecografía cuando se vigilan miomas subserosos múltiples o pedunculados para descartar tumores ováricos. La MRI puede delimitar con precisión miomas intramurales y submucosos y suele utilizarse antes de la embolización de la arteria uterina para establecer el tamaño y ubicación de los miomas en relación con la irrigación uterina. La histerografía o histeroscopia pueden confirmar miomas cervicouterinos o submucosos.
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DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
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El crecimiento miomatoso irregular del útero debe diferenciarse de uno similar pero simétrico que se presenta con el embarazo o la adenomiosis. Los miomas subserosos deben distinguirse de los tumores ováricos. El leiomiosarcoma es un tumor poco común que ocurre en 0.5% de las mujeres operadas por miomas sintomáticos. Es muy raro antes de los 40 años de edad y su incidencia aumenta más tarde.
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Las mujeres con miomas asintomáticos pequeños pueden recibir tratamiento expectante y valorarse cada año. En las pacientes que desean diferir el tratamiento quirúrgico se ha demostrado que los tratamientos no hormonales (como los NSAID y el ácido tranexámico) disminuyen el sangrado menstrual. Las mujeres con sangrado intenso relacionado con miomas responden a menudo a los anticonceptivos orales de estrógenos-progestágenos o al DIU con levonorgestrel, aunque un DIU no puede usarse en una cavidad con distorsión anatómica. Se ha demostrado que los tratamientos hormonales, como los agonistas de GnRH y los moduladores ...